Jóvenes de Rebolo implementan modelo de negociación participativa en su barrio
Barranquilla, 9 de noviembre de 2015. Este martes será presentada la propuesta conjunta e implementación de un modelo de negociación participativa, denominada “Saberes de paz con mirada de Juventud, en el barrio, la cuadra y el hogar”, realizada por estudiantes de los colegios Fe y Alegría y Don Bosco.
La plenaria en la que participarán jóvenes estudiantes de estos colegios localizados en el barrio Rebolo, al sur oriente de Barranquilla, tendrá lugar en el piso número doce de la Gobernación del Atlántico, a partir de las 2:00 p.m. y la metodología de realización será similar al modelo de Naciones Unidas.
“El modelo de negociación participativa, en el que la Agencia Colombiana para la Reintegración, como entidad constructora de paz, ha participado, fue implementado a partir del trabajo conjunto de los jóvenes en sus colegios, sus barrios, su cuadra y su familia”, explicó Andrés Echeverría, coordinador de la ACR Atlántico.
“De esta manera se permitirá la inclusión de los estudiantes de los grados noveno y décimo, en la discusión de temas de interés de las comunidades que habitan la localidad Sur Oriente del Distrito de Barranquilla, relacionados con la cultura de paz, la construcción de paz y la reconciliación, mediante el fomento de las capacidades y actitudes de liderazgo y el desarrollo de habilidades tales como la expresión oral en público, la redacción, la investigación y la negociación, para el logro de consensos, transformación de conflictos y tolerancia”, agregó
Los antecedentes que llevaron a la escogencia de este modelo en Rebolo tiene que ver con las condiciones de vulnerabilidad y otras problemáticas que afectan a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes (NNAJ), de acuerdo con lo expuesto por la Alcaldía Distrital en la Política Integral de Seguridad y Convivencia Ciudadana de Barranquilla, 2012 – 2020 y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Esta problemática está planteada en dicho documento, en la presencia y enfrentamiento de pandillas juveniles, alto porcentaje de jóvenes desescolarizados, mal uso del tiempo libre, micro tráfico de estupefacientes, alto consumo de alcohol y drogas, prostitución y abuso sexual que a su vez, inciden en la configuración de dinámicas delictivas y presencia de las violencias en la zona: hurtos, violencia intrafamiliar, lesiones personales y homicidios.
Dadas estas circunstancias fue realizado el modelo de negociación, construido por los estudiantes durante seis espacios de encuentro que incluyeron una jornada plenaria preparatoria, dos jornadas de deliberación distribuidas en temáticas de interés relacionadas con la cultura de paz, una jornada de concertación interna por colegio, una jornada de concertación entre los dos colegios y el evento de cierre y visibilización que será realizado mañana martes, para la presentación formal de los resultados por parte de los mismos alumnos a los rectores y entidades de educación locales.
Este modelo, fundamentado en la metodología del modelo de Naciones Unidas, implementado en varios colegios en el ámbito global, contribuiría con la prevención del reclutamiento de NNJA, así como una incidencia en la generación de competencias para la vida, la configuración de nuevas expectativas más allá de las realidades contextuales de la cuadra, el barrio y el hogar y afianzaría los cimientos para la construcción de un proyecto de vida que supere las precarias condiciones actuales.
Echeverría agregó que se pretende elaborar un documento que contenga el currículo de “Cátedra por la Paz” para que sea incluido en el Proyecto Educativo Institucional (PEI) en las Instituciones educativas de la localidad, lo cual garantizará la sostenibilidad de la iniciativa.
No obstante, es necesario precisar las vías de implementación para garantizar la apropiación de la iniciativa en el territorio. “En este sentido, la comunidad académica supone un motor viable de impulso no solo para avanzar en la educación para la paz, sino como espacio que además de albergar niños, niñas, adolescentes y jóvenes (NNAJ) permite la interacción e inclusión de otros miembros de la comunidad, representados inicialmente por los mismos padres de familia”, puntualizó