Notas

Se incrementa el Antinatalismo por superpoblación y cambio climático

Hay revuelo de opiniones

 

Por Eco

La superpoblacio’n y los perjuicios de contaminacio’n ambiental ,que aumentan los peligros del cambio clima’tico contra el planeta , ha reiniciado el criterio Antinatalista, que considera un acto de irresponsabilidad, carente de e’tica, traer al mundo hijos que se enfrentari’an a semejante flagelo, provedor de dolor y sufrimiento.
El reinicio de esta corriente , inspirada por el Antinatalismo del filo’sofo David Benatar ha ocasionado un revuelo de opiniones. Quienes no estan de acuerdo, aclaran que la procreacio’n es un mandato divino y que a pesar de las adversidades terrenales, la vida conlleva muchas alegri’a, y la mayor de ellas, es la de ser padres. Contrarrestar los problemas adversaries del Planeta es cuestio’n de educacio’n e’tica y ambiental.
De David Benatar de se ha dicho, que podría ser “el filósofo más pesimista del mundo”, por su convencimiento de que la vida es terrible y no merece en absoluto ser vivida.En su libro: “Better Never to Have Been” (Mejor nunca haber existido), el director del departamento de Filosofía de la Universidad de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, asegura que nacer es una profunda y terrible desgracia. Opina adem’as este filosofo de 52 anios, que lo major que puede hacer la humanidad es dejar de procrear.Conforme al criterio de la Iglesia, “el descenso demográfico, debido a una mentalidad antinatalista y promovido por las políticas mundiales de salud reproductiva, no sólo determina una situación en la que el avance de las generaciones ya no está asegurado, sino que se corre el riesgo de que con el tiempo lleve a un empobrecimiento económico y a una pérdida de esperanza en el futuro. El avance de las biotecnologías también ha tenido un fuerte impacto sobre la natalidad ».
“Es verdad que la conciencia recta de los esposos, puede orientarlos a la decisión de limitar el número de hijos por motivos suficientemente serios, pero también, «por amor a esta dignidad de la conciencia, la Iglesia rechaza con todas sus fuerzas las intervenciones coercitivas del Estado en favor de la anticoncepción, la esterilización e incluso del aborto. El Estado tiene la responsabilidad de crear las condiciones legislativas y laborales para garantizar el futuro de los jóvenes y ayudarlos a realizar su proyecto de formar una familia»