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¿Qué es lo que hace a Christian Daes, el creador de Tecnoglass, un empresario distinto?: Las 2 Orillas

  • El barranquillero que maneja su fábrica de vidrios y ventanas de exportación, enfureció a sus colegas por protestar públicamente por el aumento del salario mínimo
Por: 
julio 26, 2021
¿Qué es lo que hace a Christian Daes, el creador de Tecnoglass, un empresario distinto?

Christian Daes ha hecho de la fábrica Tecnoglass, fundada hace 36 años en Barranquilla y manejada con su hermano Yuyo, un emporio mundial de vidrio y ventanas de exportación. Con unas ventas anuales de USD 500 millones, el 93% de los productos salen para Estados Unidos, la tiene clara: sus 6.500 empleados son lo más importante y por eso su trabajo y sus ingresos tienen que ser dignos.

Todavía resuena su reacción en un trino: “ mandan huevo”, como protesta a la propuesta de los empresarios de aumentar el salario mínimo en un 2.5% . Le llovieron rayos y centellas pero nadie lo calla ni lo frena. Volvió realidad su obsesión de vacunar a los empleados pero también a las familias y a los vecinos del barrio y la tiene clara: para uno estar bien los demás también tienen que estarlo. “¡No hay derecho tanta desigualdad!”

Juan Manuel Ospina: Empiezo por traer a cuenta una frase tuya cuando empezaba la vacunación masiva de los empleados de tu empresa Tecnoglass “Es que yo soy el presidente del sindicato” ¿Qué querías decir?. Eso que lo diga un empresario es una bomba, que estás expresando allí.

Cristian Daes: La realidad es que la ausencia de bien, trae mal. La ausencia de estar uno con sus empleados y de la gente que trabaja con uno, hace que haya un pliego de peticiones, gente inconforme pidiendo, gente exigiendo. Cuando uno mismo sale, soluciona e identifica las condiciones en que se debe vivir como toca.

Yo por eso vivo pendiente de ellos, en mi departamento de personal me aseguro que todo el mundo entienda que a ellos hay que ponerle atención, por eso peleo por la vacuna, por el aumento salarial anual. Los sueldos de todos salen de los muchachos y las mujeres que trabajan en la planta sudando todo el día, y es a ellos a quienes tenemos que ponerle atención. Yo peleo por la vacuna, por la bonificación, por el aumento salarial.

JMO.: Ese punto que fijaste cuando el salario mínimo y que dijiste que debería superar la propuesta del gobierno, fue histórico.

CD.: Ver uno que el salario mínimo en Colombia es $1 millón y que con el 2.5% de aumento vamos a solucionarle el problema a la gente no es justo. Desgraciadamente, los dirigentes del país nos hemos acostumbrado a mirar para arriba y no para abajo, siempre buscando cómo tener más sin pensar en la gente necesitada que es el 80% del país.
Es ahí cuando entra ese corazón de los Jesuitas; a mi me identificaron durante trece años diciendo “tienes que servir, buscarle el acomodo, tenderle la mano, dar felicidad”, ayudarle a pasar la calle, cuidar al enfermo, visitar al preso”, uno trata de devolverle a la vida lo que ésta te ha dado, porque al final como dice el Papa Francisco, quien ha visto un carro de valores detrás del féretro de un muerte. Nadie.

JMO.: Uno se va como llegó, desnudo, solo.

CD.: Se va peor. Porque lleva el cuerpo bien jodido, bien traqueteado.

JMO.: La única posibilidad es tener tranquilidad. Y decirse a sí mismo “misión cumplida”.

CD.: Sabes cual es mi termómetro, mi consciencia. Cuando yo me acuesto a dormir y puedo dormirme enseguida sin sentirme culpable de algo que hice, ese día hice bien. Y si me pesa algo que no hice bien, me aseguro al otro día de corregirlo. Hay quienes solo ricos, y es lo único que son, ricos en plata, materialmente, no tienen familia, nunca miraron para abajo, todo les vale lo mismo, solo piensan en sí mismos.

Parte de lo que se ha dado en el país hoy es por ignorar a la gente necesitada. Terminan actuando con fuerza, y no es que lo justifique, porque yo creo que la protesta es buena pero la violencia no. Porque pueden protestar pero sin paralizar un país. Y es precisamente lo que yo quisiera hacer. Yo no trabajo por la plata, quiero generar más empleo, ayudar a mi gente, ser una esperanza. Tampoco es que vaya a fingir ser el Papa Francisco. He cometido errores, me equivoco, pero trato de corregir y enderezar.

JMO.: Estas movilizaciones sociales uno de los temas es la gente gritando “reconózcanos, no nos invisibilice”. Nosotros tenemos derecho, posibilidades y ahí es básico el trabajo digno.

CD.: Todos los males del país vienen de la falta de empleo. Tú tienes que hacer una reforma tributaria porque no se generan ingresos. No se genera empleo en el país, porque los empresarios nos hemos quedado cortos. Somos un país con una posición geográfica excepcional y no la utilizamos.

JMO.: Si quieres ser un empresario exitoso, una empresa que crezca, necesitas gente bien empleada, que esté ganando un salario digno, eso va incluso en beneficio del estado de pérdidas y ganancias para que la gente pueda consumir.

CD.: Es importantísimo que el dinero se mueva, circule y para eso se necesita empleo e ingreso digno. Y es ahí donde en Tecnoglass hemos querido prender una chispita, y eso me trae enemigos.

JMO.: Me imagino. Es ir a contracorriente

CD.: Recibí amenazas directas, pasquines, publicaciones de Google en páginas falsas. ¿Por qué pasa eso? porque estás tocando un punto del que nadie quiere hablar. La gente necesita que la protejan y por eso me dejé decir de todo del Ministro y presioné a Bruce Mac Master de la Andi, lo mío, en medio de esto tan horrible que ha vivido todo el mundo, eran las vacunas y vacunar rápido y masivamente a mis empleados y sus familias. Fueron 8100 vacunas pagadas por Tecnoglass que cubrieron hasta vecinos del barrio. Yo no iba a dejar desprotegida a mi gente.

JMO.: Lo tuyo es un egoísmo bien entendido, los empresarios, el capital y el trabajo los necesitan. ¿Qué hace el productor si no tiene demanda para sus productos?

CD.: Juan Manuel , qué ganarías con oír en una tierra de sordos, que gana uno con un amanecer donde todo el mundo es ciego. Lo bonito es que el mundo avance, que la gente se beneficie, que la gente compre casa. Si yo fuera presidente yo daría todas las viviendas de menos de $200 millones con intereses del 2% anual, porque la gente que gana el sueldo mínimo no puede comprar una casa si los intereses son del 7, del 8, del 10%. Poco dinero no le alcanza. Le daríamos casa a todo el mundo y de paso se daría mucho trabajo en la construcción.

JMO.: La gente se pregunta quién es el dueño de Tecnoglass, esa empresa que arrancaste con tu hermano hace 36 años, una empresa que tiene un aporte mayoritariamente colombiano pero las acciones se cotizan en Nadsac. Con tecnología colombiana y básicamente es de exportación por la calidad de los vidrios

CD.: Hacemos los mejores vidrios y ventanas del mundo. Es una empresa familiar que fundó mi papá en 1984 con un primo, es mi pasión hacer ventanas y ayudar. El 93% de los que produce la fábrica se exporta a Estados Unidos. Este año llegamos a los USD 500 millones en ventas. Entramos al mercado de valores no por dinero sino por credibilidad porque necesitábamos que los clientes se aseguraran de que somos una compañía sólida, confiable, y lo hemos logrado. Nos está yendo muy bien, pero más importante que nos esté yendo bien es que estamos viendo el impacto que estamos teniendo en el sitio donde vivimos.

JMO.: Barranquilla

CD.: Generamos 6.500 empleos, hicimos un par de monumentos como la Ventana al mundo y la Ventana de campeones que han transformado el entorno. Tenemos una fundación con la que hacemos muchas obras. Nuestro fin no es solo hacer los mejores vidrios y ventanas del mundo, sino impactar a la comunidad. Nunca hemos pensado este negocio para llenarnos los bolsillos y vivir diferente. Yo soy el mismo hoy que hace 36 años.

JMO.: Me imagino que más de uno te ha dicho… oiga y usted porque no se mete a política, como se ve de alcalde de Barranquilla. Pero pareciera que tu sitio está mejor aquí

CD.: Me vería horrible de alcalde, de ministro. Yo no sirvo. Cada uno desde su orilla, el político desde su puesto y Christian y su familia desde la orilla privada a ayudar y a seguir construyendo, colaborando. Yo no acepto ningún puesto y mucho menos de elección.

JMO.: Hay una responsabilidad social que trasciende los oficios. Una actitud ante la vida, un intercambio que hace que la vida humana sea digna, y un empresario exitoso, integrado con el medio en el que está con la capacidad de dar y recibir.

CD.: Soy un poco incomprendido porque muchos colegas empresarios piensan que hay una agenda. Que yo estoy tratando de hacer algo, de recibir algo, y eso no es así. Por ejemplo el “manda huevo” del salario mínimo lo puse porque iba camino de la fábrica, 6.30 de la mañana, cuando escuché que los empresarios ofrecieron 2.5% de aumento y me quedé pensando en la gente, “manda huevo”, y me salió el Twitter. No quería que fuera viral ni mucho menos, porque al final uno le paga a su gente lo que le da la gana. Yo les aumente, por ejemplo, el 5%.

Visibilizar estas cosas ha servido para que la gente tome conciencia porque así como mucha gente me critica y me ven como un posible enemigo, otra se me acerca y me dice: sabes que te copié la idea y cambia.

Hay que abrir los ojos, hay que colaborar y así la semilla no cae en piso árido sino que podemos lograr que algunas germinen porque no se trata de nada diferente a poder ver a la gente viviendo dignamente en Colombia: no hay derecho a que este país sea tan desigual.

 

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Por: 
julio 26, 2021
¿Qué es lo que hace a Christian Daes, el creador de Tecnoglass, un empresario distinto?

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Christian Daes ha hecho de la fábrica Tecnoglass, fundada hace 36 años en Barranquilla y manejada con su hermano Yuyo, un emporio mundial de vidrio y ventanas de exportación. Con unas ventas anuales de USD 500 millones, el 93% de los productos salen para Estados Unidos, la tiene clara: sus 6.500 empleados son lo más importante y por eso su trabajo y sus ingresos tienen que ser dignos.

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Todavía resuena su reacción en un trino: “ mandan huevo”, como protesta a la propuesta de los empresarios de aumentar el salario mínimo en un 2.5% . Le llovieron rayos y centellas pero nadie lo calla ni lo frena. Volvió realidad su obsesión de vacunar a los empleados pero también a las familias y a los vecinos del barrio y la tiene clara: para uno estar bien los demás también tienen que estarlo. “¡No hay derecho tanta desigualdad!”

Juan Manuel Ospina: Empiezo por traer a cuenta una frase tuya cuando empezaba la vacunación masiva de los empleados de tu empresa Tecnoglass “Es que yo soy el presidente del sindicato” ¿Qué querías decir?. Eso que lo diga un empresario es una bomba, que estás expresando allí.

Cristian Daes: La realidad es que la ausencia de bien, trae mal. La ausencia de estar uno con sus empleados y de la gente que trabaja con uno, hace que haya un pliego de peticiones, gente inconforme pidiendo, gente exigiendo. Cuando uno mismo sale, soluciona e identifica las condiciones en que se debe vivir como toca.

Yo por eso vivo pendiente de ellos, en mi departamento de personal me aseguro que todo el mundo entienda que a ellos hay que ponerle atención, por eso peleo por la vacuna, por el aumento salarial anual. Los sueldos de todos salen de los muchachos y las mujeres que trabajan en la planta sudando todo el día, y es a ellos a quienes tenemos que ponerle atención. Yo peleo por la vacuna, por la bonificación, por el aumento salarial.

JMO.: Ese punto que fijaste cuando el salario mínimo y que dijiste que debería superar la propuesta del gobierno, fue histórico.

CD.: Ver uno que el salario mínimo en Colombia es $1 millón y que con el 2.5% de aumento vamos a solucionarle el problema a la gente no es justo. Desgraciadamente, los dirigentes del país nos hemos acostumbrado a mirar para arriba y no para abajo, siempre buscando cómo tener más sin pensar en la gente necesitada que es el 80% del país.
Es ahí cuando entra ese corazón de los Jesuitas; a mi me identificaron durante trece años diciendo “tienes que servir, buscarle el acomodo, tenderle la mano, dar felicidad”, ayudarle a pasar la calle, cuidar al enfermo, visitar al preso”, uno trata de devolverle a la vida lo que ésta te ha dado, porque al final como dice el Papa Francisco, quien ha visto un carro de valores detrás del féretro de un muerte. Nadie.

JMO.: Uno se va como llegó, desnudo, solo.

CD.: Se va peor. Porque lleva el cuerpo bien jodido, bien traqueteado.

JMO.: La única posibilidad es tener tranquilidad. Y decirse a sí mismo “misión cumplida”.

CD.: Sabes cual es mi termómetro, mi consciencia. Cuando yo me acuesto a dormir y puedo dormirme enseguida sin sentirme culpable de algo que hice, ese día hice bien. Y si me pesa algo que no hice bien, me aseguro al otro día de corregirlo. Hay quienes solo ricos, y es lo único que son, ricos en plata, materialmente, no tienen familia, nunca miraron para abajo, todo les vale lo mismo, solo piensan en sí mismos.

Parte de lo que se ha dado en el país hoy es por ignorar a la gente necesitada. Terminan actuando con fuerza, y no es que lo justifique, porque yo creo que la protesta es buena pero la violencia no. Porque pueden protestar pero sin paralizar un país. Y es precisamente lo que yo quisiera hacer. Yo no trabajo por la plata, quiero generar más empleo, ayudar a mi gente, ser una esperanza. Tampoco es que vaya a fingir ser el Papa Francisco. He cometido errores, me equivoco, pero trato de corregir y enderezar.

JMO.: Estas movilizaciones sociales uno de los temas es la gente gritando “reconózcanos, no nos invisibilice”. Nosotros tenemos derecho, posibilidades y ahí es básico el trabajo digno.

CD.: Todos los males del país vienen de la falta de empleo. Tú tienes que hacer una reforma tributaria porque no se generan ingresos. No se genera empleo en el país, porque los empresarios nos hemos quedado cortos. Somos un país con una posición geográfica excepcional y no la utilizamos.

JMO.: Si quieres ser un empresario exitoso, una empresa que crezca, necesitas gente bien empleada, que esté ganando un salario digno, eso va incluso en beneficio del estado de pérdidas y ganancias para que la gente pueda consumir.

CD.: Es importantísimo que el dinero se mueva, circule y para eso se necesita empleo e ingreso digno. Y es ahí donde en Tecnoglass hemos querido prender una chispita, y eso me trae enemigos.

JMO.: Me imagino. Es ir a contracorriente

CD.: Recibí amenazas directas, pasquines, publicaciones de Google en páginas falsas. ¿Por qué pasa eso? porque estás tocando un punto del que nadie quiere hablar. La gente necesita que la protejan y por eso me dejé decir de todo del Ministro y presioné a Bruce Mac Master de la Andi, lo mío, en medio de esto tan horrible que ha vivido todo el mundo, eran las vacunas y vacunar rápido y masivamente a mis empleados y sus familias. Fueron 8100 vacunas pagadas por Tecnoglass que cubrieron hasta vecinos del barrio. Yo no iba a dejar desprotegida a mi gente.

JMO.: Lo tuyo es un egoísmo bien entendido, los empresarios, el capital y el trabajo los necesitan. ¿Qué hace el productor si no tiene demanda para sus productos?

CD.: Juan Manuel , qué ganarías con oír en una tierra de sordos, que gana uno con un amanecer donde todo el mundo es ciego. Lo bonito es que el mundo avance, que la gente se beneficie, que la gente compre casa. Si yo fuera presidente yo daría todas las viviendas de menos de $200 millones con intereses del 2% anual, porque la gente que gana el sueldo mínimo no puede comprar una casa si los intereses son del 7, del 8, del 10%. Poco dinero no le alcanza. Le daríamos casa a todo el mundo y de paso se daría mucho trabajo en la construcción.

JMO.: La gente se pregunta quién es el dueño de Tecnoglass, esa empresa que arrancaste con tu hermano hace 36 años, una empresa que tiene un aporte mayoritariamente colombiano pero las acciones se cotizan en Nadsac. Con tecnología colombiana y básicamente es de exportación por la calidad de los vidrios

CD.: Hacemos los mejores vidrios y ventanas del mundo. Es una empresa familiar que fundó mi papá en 1984 con un primo, es mi pasión hacer ventanas y ayudar. El 93% de los que produce la fábrica se exporta a Estados Unidos. Este año llegamos a los USD 500 millones en ventas. Entramos al mercado de valores no por dinero sino por credibilidad porque necesitábamos que los clientes se aseguraran de que somos una compañía sólida, confiable, y lo hemos logrado. Nos está yendo muy bien, pero más importante que nos esté yendo bien es que estamos viendo el impacto que estamos teniendo en el sitio donde vivimos.

JMO.: Barranquilla

CD.: Generamos 6.500 empleos, hicimos un par de monumentos como la Ventana al mundo y la Ventana de campeones que han transformado el entorno. Tenemos una fundación con la que hacemos muchas obras. Nuestro fin no es solo hacer los mejores vidrios y ventanas del mundo, sino impactar a la comunidad. Nunca hemos pensado este negocio para llenarnos los bolsillos y vivir diferente. Yo soy el mismo hoy que hace 36 años.

JMO.: Me imagino que más de uno te ha dicho… oiga y usted porque no se mete a política, como se ve de alcalde de Barranquilla. Pero pareciera que tu sitio está mejor aquí

CD.: Me vería horrible de alcalde, de ministro. Yo no sirvo. Cada uno desde su orilla, el político desde su puesto y Christian y su familia desde la orilla privada a ayudar y a seguir construyendo, colaborando. Yo no acepto ningún puesto y mucho menos de elección.

JMO.: Hay una responsabilidad social que trasciende los oficios. Una actitud ante la vida, un intercambio que hace que la vida humana sea digna, y un empresario exitoso, integrado con el medio en el que está con la capacidad de dar y recibir.

CD.: Soy un poco incomprendido porque muchos colegas empresarios piensan que hay una agenda. Que yo estoy tratando de hacer algo, de recibir algo, y eso no es así. Por ejemplo el “manda huevo” del salario mínimo lo puse porque iba camino de la fábrica, 6.30 de la mañana, cuando escuché que los empresarios ofrecieron 2.5% de aumento y me quedé pensando en la gente, “manda huevo”, y me salió el Twitter. No quería que fuera viral ni mucho menos, porque al final uno le paga a su gente lo que le da la gana. Yo les aumente, por ejemplo, el 5%.

Visibilizar estas cosas ha servido para que la gente tome conciencia porque así como mucha gente me critica y me ven como un posible enemigo, otra se me acerca y me dice: sabes que te copié la idea y cambia.

Hay que abrir los ojos, hay que colaborar y así la semilla no cae en piso árido sino que podemos lograr que algunas germinen porque no se trata de nada diferente a poder ver a la gente viviendo dignamente en Colombia: no hay derecho a que este país sea tan desigual.

 

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