Según el prestigioso New York Times: “Así como la caída del Muro de Berlín en 1989 desencadenó una avalancha turbulenta de cambios en toda Europa, la invasión rusa de Ucrania ha llevado a Occidente a un histórico momento comparable de ajuste de cuentas, aunque mucho más sombrío”.
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Y destacó que “la realidad del terreno nos alcanza con las historias íntimas de las personas atrapadas en el conflicto. La guerra se ha vuelto un asunto de familias.
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- Unos 11 millones de personas en Rusia tienen parientes ucranianos, y muchos habitantes de Ucrania son de origen ruso y hablan ruso como idioma materno.
Estas familias con miembros ucranianos y rusos no solo enfrentan la separación física y la angustia del conflicto, sino también una incomprensión más profunda impulsada por las guerras informativas.
- Hay otras separaciones familiares desgarrando al continente. El gobierno ucraniano decretó ley marcial el 24 de febrero, por lo que los hombres de 18 a 60 años no pueden abandonar el país y deben sumarse a los esfuerzos de lucha. Así que, de la noche a la mañana, muchas mujeres ucranianas, con el corazón roto por dejar atrás sus parejas y cercanos, se han convertido con valentía, en jefas de familia en tierra extranjera.
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