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Historias de Sábado ◇ Los amores prohibidos de un presidente colombiano​ ◇ Por Eco

  • A mediados del siglo XlX aún seguían oficiándose los matrimonios por conveniencia entre las familias elitistas en Colombia, y es por ello que en Cartagena, el padre de Soledad Román la instó a comprometerse en matrimonio con el adinerado catalán  Pedro Maciá, pero el destino siempre “caprichoso” se interpuso.

Fallecido su padre Soledad hereda varias propiedades, entre ellas la casa del barrio El Cabrero y dos mil pesos, los cuales destina a la creación de su propio negocio, una cigarrería llamada “El Dique”, negocio al que se dedica fielmente.

Jamás pensó esta mujer de clase “A” qué sería la protagonista de una Odisea de amor icónica,  cuando conoció al abogado  Rafael Núñez, relevante figura de la política de entonces, a pesar de su juventud.

  • Se vieron por primera vez en casa del político Juan José Nieto, quien al parecer fue el cupido de la pareja. Núñez a pesar de su juventud ya había sido gobernador de Bolívar.  A Soledad no le cayó en gracia ese pequeño complot organizado por Nieto, así que ideaba la manera de poner distancia. Núñez intentó cortejarla pero Soledad no aceptó sus proposiciones.

Tras el rechazo de la señorita Román, Núñez parte hacia Panamá, y tiempo después contrae matrimonio con Dolores Gallego el 25 de febrero de 1851, de cuya unión nacieron dos hijos, pero a pesar de los buenos intentos en sostener la relación, el matrimonio terminó en divorcio en 1872.

Mientras, la carrera política de Núñez iba en ascenso Soledad Román seguía con su soltería, atendiendo su tienda de tabacos en Cartagena.

  • Los viajes de Núñez hacia Cartagena eran frecuentes, visitaba a su familia y por supuesto aprovechaba para saludar a Soledad de quien aún se sentía atraído e insistió en pedir su mano, pero volvió a ser rechazado.

Núñez trató de olvidarla volcando su pasión hacia otras mujeres, convencido de que sus verdaderos sentimientos sólo  pertenecían a la evasiva cartagenera.

De regreso a Colombia y de paso por la Ciudad Heroica, en un reencuentro con Soledad, le sorprendió su actitud demasiado amable y abierta, pero él la evadió y como opción reanudó relaciones con un viejo amor, lo que aprovecharon sus enemigos políticos para opacar su exitosa trayectoria política, apelando a que aún seguía casado con Dolores, porque el divorcio todavía no se concretaba; por lo tanto sus deseos de ser postulado como candidato liberal para la presidencia se vieron truncados por las habladurías.

  • Al regresar de nuevo a Cartagena para escapar de sus depredadores de la capital , encuentra a Soledad Román activa políticamente. A pesar de que militaba en el partido conservador, se convirtió junto a sus amigos en una líder impulsora de la candidatura de Núñez a la presidencia. En el curso de esta iniciativa  política, el acercamiento entre ellos se propició fervientemente.  Ahora Núñez tenía a su amor y un triunfo electoral.

Las dificultades aún no paraban; un matrimonio por la iglesia no era posible, y celebrar un matrimonio por lo civil seria propiciar un gran escándalo; pero el amor venció, y la ceremonia civil se celebró en Paris el 14 de julio de 1877.

La Colombia del siglo XIX era una sociedad fiel a  los valores católicos que dictaban que el sacramento del matrimonio era indeleble y se rechazaban completamente los enlaces civiles. Pero ellos se atrevieron a desafiar las tradiciones de su época, afrontando con fortaleza y amor los desafíos por venir.

  • La controversia causada por el matrimonio los condenó tanto a él como a Soledad al rechazo social. Incluso a Rafael Núñez se le tachó de bígamo debido a que la ley eclesiástica no aceptaba el divorcio.

La pareja solo encontró la Paz en febrero de 1889, cuando el matrimonio Núñez-Román se consagró ante la iglesia católica tras la muerte de Dolores Gallego, así la pareja pudo convivir tranquilamente ya con la aprobación eclesial por cinco años mas hasta la muerte de Núñez en 1894.

Rafael Núñez, fue varias veces insigne presidente de Colombia. Ejerció su mandato desde Cartagena, su ciudad natal, siendo el único en presidirlo fuera de la capital.

  •  Como poeta escribió los versos del himno nacional y como político creó la Constitución Colombiana de 1886.

La casona donde vivió sus mejores años con el amor de su vida, es hoy en día, un museo, objeto del turismo nacional e internacional.