El confinamiento produce en niños y adolescentes adicción a las pantallas digitales
- Según algunos psicólogos este tipo de adiccion también afecta en general a la familia
Gracias a la Internet los niños han cumplido con las actividades escolares, de entretenimiento y de socialización, sin embargo a los padres les preocupa que el excesivo uso del computador o del celular les produzca fuerte adiccion a las pantallas, afectando nocivamente su vida emocional.
En la publicación ” Aprendizajes y destrezas”, psicólogos especialistas en adicciones, presentaron un perfil de niños dependientes en exceso de las pantallas digitales:
El niño no consigue aceptar los tiempos pactados y tiene reacciones llenas de ira cuando se le retira el uso del dispositivo.
No le apetece realizar las actividades que le motivaban antes del confinamiento, como ver a sus amigos, ir al parque o distraerse con otro tipo de juguetes.
Ya no le interesan las que eran sus actividades preferidas, ahora la tecnología ocupa el top en sus preferencias.
El niño adicto a las pantallas muestra cambios bruscos de humor o de estado de ánimo. Su carácter es irascible y con explosiones de ira frecuentes.
Si se siente mal o triste recurre al celular, que permanece siempre en su mano.
Es capaz de mentir, discutir, gritar o pegar con tal de usar un rato más la tecnología.
Duerme poco y su sueño es inquieto.
En relación con estos efectos adictivos, los psicólogos aconsejan:
El Diálogo, válido para los niños mayores de 6 años: explicarles, que el uso de las pantallas digitales ha sido de ayuda para la familia en una situación excepcional durante la cuarentena, por la crisis sanitaria del COVID 19, pero cuando termine el confinamiento, hay que volver al comportamiento según las normas habituales. Mientras tanto, pactar tiempos limitados para el uso del celular o el computador, con el ejemplo de los padres.
El amor y demostrarlo
Es primordial que los padres les muestren su afecto, incluso en los momentos en los que ellos no sean capaces de tolerar la frustración. Evitar que ellos vean desesperación o ansiedad en sus padres, es la clave.
Al mostrarles calma y mesura, entenderán que la ira no es el camino.
Los más pequeños son más fáciles de convencer con actividades lúdicas para que aparten su atención del celular; si lo hacemos con frecuencia y con cariño, los pequeñines se olvidarán de las tecnologías.
El ejemplo es fundamental. Si los padres asumen que están sufriendo alguna adicción a la tecnología, deben poner manos a la obra para dejar las pantallas a un lado, cuando estén afectando en lo personal a la familia.