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Centenarios de los primeros vuelos de Scadta desde Barranquilla hasta Bogotá en 1920 □ @_VentanaAlMundo

Barranquilla, diciembre 11 de 2020

Por JAIME CORTISSOZ CABRERA

Nieto de Ernesto Cortissoz

  • En Bogotá están de Centenario, con motivo del primer vuelo de la Scadta a la capital de Colombia, realizado el 11 de diciembre de 1920, como lo estuvimos en Barranquilla el año pasado por el Centenario de la fundación de Scadta, la segunda empresa aérea más antigua que existe actualmente, con el nombre de Avianca, después de la KLM de Holanda, y la que más ha volado ininterrumpidamente.

Como homenaje a estos iniciales vuelos de la Scadta hace ya 100 años, quiero hacer una breve reseña sobre su primer año de vida.

  • La Sociedad Colombo Alemana de Transportes Aéreos-Scadta fue fundada el 5 de diciembre de 1919 en Barranquilla, con un capital de $100.000 pesos oro. Sus socios fundadores fueron cinco ilustres barranquilleros y tres alemanes: Ernesto Cortissoz (primer presidente), Jacobo Álvarez Correa, Arístides Noguera, Cristóbal Restrepo, Rafael María Palacio, y Stuart Hosie, Alberto Tietjen        y Werner Kaemmerer. ¡Este fue nuestro Centenario! en el 2019.

Con la plata aportada por los ocho pioneros, Kaemmerer viajó a principios de 1920 a Alemania, contactando al piloto ingeniero Fritz Hammer, y decidieron negociar dos hidroaviones con la fábrica Junkers, que eran de metal. Contrataron al piloto Helmuth Von Khron, héroe de la primera guerra mundial, y al ingeniero mecánico Wilhelm Schnurbusch, empacaron los Junkers en cajas de madera, y viajaron todos hacia Barranquilla en un buque holandés.

  • Llegaron llenos de ilusiones el 4 de agosto al Muelle de Puerto Colombia, en donde los recibieron con alborozo una comitiva, con el presidente Ernesto Cortissoz a la cabeza.

En este tiempo se construyeron los dos primeros hangares de madera del hidropuerto de Veranillo, a la orilla de un canal del Río Magdalena, en donde queda hoy la Escuela Naval de Suboficiales, en la Vía 40.

  • Comenzó la tarea de armar y de acondicionar a los dos hidroaviones Junkers, y tras superar unos problemas técnicos, con la genialidad del mecánico Schnurbusch, a principios de septiembre se elevó por primera vez sobre las aguas del Río Magdalena un hidroavión. Al sobrevolar la ciudad, el pueblo salió maravillado a las calles a dar vítores al piloto del pájaro mecánico. ¡Era ya una realidad!

Acto seguido, se procedió, el 5 de septiembre, a bautizar el primer Junkers con el nombre de “Colombia”, ante todas las autoridades                        y personalidades de Barranquilla. En su discurso, Ernesto Cortissoz, como Presidente de Scadta, visualizó lo siguiente: “…En atrevido y raudo lazo uniremos muy pronto, con la ondulante cinta de nuestro hermoso Magdalena, las ardientes playas del Mar Caribe con las risueñas montañas de Antioquia y Cundinamarca…”.

  • Ahora había que proseguir con la conquista de esta utopía. Se programó el primer vuelo hacia Puerto Berrío, Antioquia. Salieron de Veranillo el 8 de septiembre, en el “Colombia”, Hammer como piloto, Schnurbusch como mecánico, y Stuart Hosie como intérprete  y socio de la empresa.

El primer impase se presentó cuando brotó un chorro de vapor del radiador. Les tocó acuatizar de emergencia en Zambrano,                  y a Schnurbusch reparar el daño, lo que también hicieron en  Magangue, hasta que llegaron a El Banco, pernoctando allí. Y, de impase en impase, llegaron el 10 de septiembre a Puerto Berrío.

  • El “Colombia” regreso el 14 de septiembre a Barranquilla sin contratiempos.

El segundo vuelo, piloteado por Helmuth Von Khron, con Schnurbusch y Hosie, salió el 19 de octubre hacia Puerto Berrío para llegar el miércoles 20 a Girardot, Cundinamarca, llevando el primer correo postal oficial. En sus sobres se estampó un colibrí; por eso se llamó El Vuelo del Colibrí.

  • A su llegada, fueron recibidos por las autoridades y una comitiva que bajó de Bogotá, encabezada por el Embajador y el Cónsul de Alemania, para presenciar esta hazaña.

Miren la importancia que iba tomando la Scadta. Ya se estaba a un paso de conquistar las montañas del país andino.

  • Y este era el principal objetivo de la Scadta, llegar a Bogotá lo más rápido posible, porque se había ofrecido por el Congreso Nacional un premio de mil pesos oro para el primer avión que aterrizara en la capital volando desde los puertos de la república.

Al dañarse un flotador del “Colombia” al acuatizar en Girardot, se decidió colocarle un tren de aterrizaje con ruedas para poder volar a Bogotá, trabajo realizado por Schnurbusch. Para eso se habilitó una pista al otro lado de río, en Flandes, Tolima.

  • Desafortunadamente, el avión, piloteado por Von Khron, al aterrizar en el vuelo de prueba una rueda golpeo con una piedra y el “Colombia” quedo fuertemente averiado, e inhabilitado para realizar este viaje a Bogotá.

Ante esta fatalidad, se envió el otro hidroavión hacia Girardot, que salió el 6 de noviembre de Barranquilla, piloteado por Fritz Hammer y traía como pasajero a Alberto Tietjen, socio fundador y primer gerente de Scadta.      

  • Las directivas decidieron primero viajar a Neiva con este hidroavión, al que iban a bautizar con el nombre de “Bogotá”, debido a que había interés en esta ciudad ribereña en aportar capital a Scadta, ya que estaban muy aislados del centro del país, y entendían que con los aviones se conectarían con el mundo.

El vuelo se llevó a cabo el 26 de noviembre, con Hammer, Schnurbusch y Tietjen, causando gran revuelo en sus habitantes, que estaban esperando la llegada del hidroavión a la orilla del Magdalena.

  • Cumplida esta misión con éxito, se regresó a Girardot, para ahora si habilitar al “Bogotá” para el vuelo a la capital.

Este viaje histórico ocurrió el 11 de diciembre, volando desde Flandes para aterrizar en un potrero en las afueras en de Bogotá, con Hammer como piloto y Schnurbusch como mecánico.

  • Por eso es que están de Centenario en Bogotá. ¡En hora buena!

El 12 de diciembre fue bautizado el “Bogotá” por el arzobispo Herrera, y los padrinos fueron el presidente de Colombia, Marco Fidel Suarez, y el embajador de Alemania. Asistieron todas las autoridades, y alrededor de 20.000 personas fueron testigos de tan magno evento.

  • Estos fueron los grandes logros de la Scadta en su primer año de vida, en 1920, después de sortear muchas dificultades de todo tipo.

¡El milagro apenas comenzaba! Pronto, a partir de 1921, se podría  conectar a Bogotá, la capital del país, con Barranquilla en un dia, a través del vuelo que salía de Girardot, y no en 20 días como era antes. Se partía la historia de Colombia en dos, gracias a la Scadta.

  • ¡Y se verían cumplidas las palabras proféticas de Cortissoz!