Por qué el huevo y el conejo son símbolos de Pascua
- La tradición del “conejo y los huevos de pascua” no tienen fundamento cristiano.
- El huevo es un símbolo de la Pascua que representa el inicio de la vida y la fertilidad.
Como es sabido la Iglesia católica mandaba a guardar abstinencia durante la Cuaresma, en la que prohibía consumir ciertos alimentos, como carnes, huevos y lácteos.
Terminada la cuaresma, los fieles se reunían ante las iglesias y regalaban los huevos decorados con colores, ya que había renacido Jesucristo y por lo tanto, terminada la abstinencia, había que festejar.
Con la Pascua también reaparece la primavera, el reverdecer de los campos, un motivo puntual que se asocia a la significación tradicional del huevo, símbolo de esperanza a la nueva vida y a la reproducción.
Hoy en día se ha vuelto costumbre regalar huevos de chocolate que los adultos esconden, para que los niños los busquen, a la manera de un divertido juego que disfrutan en familia.
El conejo apreciado por su gran capacidad de reproducción, también ha sido considerado, a través de los tiempos, un símbolo de vida y fertilidad, y se une a la tradición de la Pascua, como el encargado de traer y regalar los huevos.
Son custumbres tradicionales asociadas a la celebraciones paganas de la fertilidad, que se efectuaban en el norte de Europa, en tiempos precristianos.
Hay una leyenda sobre la existencia de un conejo que estando en el sepulcro de Jesús “presenció” su resurrección. Totalmente falso. No hay referencia de ello en las Sagradas Escrituras.