Mientras en el mundo se teme a la muerte, México la celebra con fiesta ◇ Por Eco
- Costumbre azteca milenaria
- El Día de Los difuntos es celebrado de manera exótica y muy significativa por los mexicanos, festividad que no comparte en estos tiempos, el resto del mundo.
- Esta tradición azteca es milenaria. Su historia data de muchísimo antes de la conquista española. Su forma singular de conmemorar a la muerte con fiesta, la vinculan a sus costumbres como un elemento más de la vida, y se ha convertido a través de los años, en una atracción turística mundial.
Cada ofrenda incluye elementos que corresponden con los cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego. Las cenizas generalmente representan a la tierra. Un vaso de agua ayuda a los espíritus a saciar su sed después de un largo viaje, y el papel de seda picado con motivos elaborados representan el aire. Las velas significan fuego y ayudan a guiar a los muertos a casa.
- Y en las calles desfilan con la muerte pintada en sus rostros, y las ferias, tiendas y puestos comerciales venden calaveras decoradas con dulces y frutas; y el ambiente en todas las regiones se ameniza con música y cánticos tradicionales.
- Las flores que utilizan como complemento en la decoración es la caléndula que significa para los aztecas, la guía para el regreso de su alma.
El pan que colocan en el altar es muy significativo. Le llaman pan de muerto con forma circular, cruzado con un par de huesos, en forma de calavera hecha de hojaldre. Se come durante todo el mes de octubre.
Esta celebración es una de las más atraídas por el turismo internacional. Aunque el 2 de noviembre se celebra en la mayoría de los países hispanoamericanos , incluido Colombia, donde se honra con absoluto recogimiento, en México el homenaje es festivo y comienza el 28 de octubre. A lo largo de ese mes, cada día es dedicado según el tipo de muerte.
- Cuando los españoles llegaron en el siglo XVI mezclaron esas tradiciones con las del calendario católico y ahora se celebran para que coincidan con el Día de los Fieles Difuntos.