Los 200 años de Noche de Paz, el villancico más famoso del planeta
Cantado por Media humanidad
Por Elsita C.
Paradójicamente su autor murió tan pobre, que de su entierro se encargó la comunidad de su pueblo.
Hay un proverbio que dice “No hay mal que por bien no venga”, aplicable en la singular historia del villancico más famoso del mundo: Noche de Paz.
Ocurrió hace 200 años en Oberndorf, pequeña población austriaca, en la cual la iglesia conmocionó en vísperas de la navidad de 1818, cuando el órgano del coro se averió repentinamente, pocas horas antes de oficiarse la misa de gallo, y había entonces que cambiar el programa previsto . Imagínense el estrés de Joseph Mohr , el párroco de la iglesia.
Pero hay otro proverbio alentador: “ Todo tiene solución, menos la muerte” y asi’ lo entendió el sacerdote, quien presto se reunió con Franz Gruber, el organista y director del coro, con el fin de adaptar algunos villancicos a ritmo de guitarra. El párroco sugiere entonces, musicalizar un poema de su autoría, fácil de acompañarse con el menciado instrumento.
La intención de Mohr era amenizar la ceremonia con algo nuevo. El poema que se titulaba originalmente Stille Nacht (Noche de silencio) fue del agrado de Gruber, que en dos horas le compuso la melodía, con arreglos para ser interpretado por tenor y soprano, con acompanamiento de coro y guitarra.
El villancico se cantó por años a nivel local, pero en 1833, cuando de nuevo se estropeó el antiguo órgano, la iglesia acudió a Karl Marucher, experto y maestro organista, quien mientras reparaba el instrumento, encontró casualmente la partitura del villancico, la copió y se la llevo’para interpretarla en Fugen, donde residía.
El hermoso villancico pasó de voz en voz por toda Europa, hasta ser cantado al emperador Francisco l de Austria y al Zar de Rusia Alejandro I, hasta popularizarse en EEUU en 1839 y luego en todo el mundo . Solo en 1995 se supo el origen del villancico más famoso y más cantado del planeta, que actualmente se conoce con el nombre de “Noche de Paz”. Paradójicamente Mohr murió tan pobre, que su entierro fue pagado por la comunidad. Y jamás supo que su villancico se convertiría en un exito mundial, cantado por media humanidad, que a 200 años sigue siendo el favorito en el mundo entero .