La ejemplar historia de Elsa Noguera, Gobernadora del Dpto del Atlántico que convirtió su discapacidad en Capacidad
El trajinado dicho popular “ Cuando se quiere se puede” hace alusión a la edificante historia de Elsa Noguera, Exalcaldesa de Barranquilla, Exministra de Vivienda y hoy Gobernadora del Dpto del Atlántico, querida y admirada en el país por sus talentos y su talante.
- A los 12 años fue sometida a la primera operación en los huesos por una fractura en el fémur izquierdo, debió usar durante tres meses silla de ruedas y la recuperación tardó casi un año. Desde entonces ha sido intervenida 17 veces, debido a una sobre calcificación que hace sus huesos débiles: ha estados dos veces en silla de ruedas y la mayor parte de su vida ha utilizado muletas para caminar.
“Decidí que mis muletas nunca serían un obstáculo para mí, sino una oportunidad para crecer como persona”, dice con la seguridad que muestra en todas partes Elsa Margarita Noguera de la Espriella, una barranquillera de pura cepa y de espíritu caribe, la primera mujer electa popularmente en la historia del Atlántico como gobernadora.
- Desde niña entendió que sus huesos eran diferentes. Y tuvo claro que no podía cambiar dicha situación, pero sí podía elegir su respuesta frente a esa dificultad. “Tenemos que convencernos que los límites no existen, cuando tenemos la actitud adecuada.”
La última fractura fue dos semanas antes de las elecciones a la gobernación (octubre de 2019). Estaba usando un bastón y uno de los clavos que lleva en el fémur izquierdo le generó la lesión.
- Su discapacidad no le ha impedido salir adelante. Noguera es economista de la Universidad Javeriana, con maestría en Administración de Empresas y Finanzasde la Universidad del Norte. Se inició en el sector financiero, luego fue vinculada a la administración pública como tesorera del departamento, de allí pasó a ser la Secretaria de Hacienda de Barranquilla.
Ha sido alcaldesa de Barranquilla (2012-2015), ministra de Vivienda (2016-2017), candidata a la vicepresidencia con German Vargas (2010) y ahora gobernadora (2020-2023).
“Los medios del interior del país empiezan a preguntarme por mis muletas y mi discapacidad. Yo me preguntaba: ¿por qué hay tanto interés en mis muletas, cuando son parte de mi historia”?
Noguera recuerda que cuando se graduó como economista 1997 tuvo tres cirugías durante la carrera, fue operada en el hospital de la misma universidad y, a pesar de todo, hizo la carrera en 10 semestres.
- Tampoco olvida lo difícil que fue conseguir trabajo, pese a tener un título profesional. Cuando empezó meter hojas de vida siempre escogían a personas que no tenían muletas.
Reconoce que es el gran drama de los jóvenes de hoy no tener esa primera oportunidad laboral, más para cuando están en condición de discapacidad.
“Entendía la situación, pero eso no me ponía triste”. Decidió montar su primer negocio con una amiga: un almacén de ropa y accesorios para mujeres. “No sabía nada de modas, pero estaba dispuesta aprender”.
Había metido tantas hojas de vida que a los dos años le salió un puesto en un banco, donde comenzó su carrera en el sector financiero.
- Cuenta que realmente nunca supo que tuvo una discapacidad, hasta cuando en el 2010 se presentó como candidata a la vicepresidencia de la República. En ese momento tenía 38 años y había vivido en el alegre ambiente del Caribe.
“Los medios del interior del país empiezan a preguntarme por mis muletas y mi discapacidad. Yo me preguntaba: ¿por qué hay tanto interés en mis muletas, cuando son parte de mi historia? Es lo que me ha permitido llegar a ser lo que hoy soy”, comenta Noguera.
Por eso siempre agradece al presidente Juan Manuel Santos el haberla tenido en cuenta para tan importante cargo. “No siempre a la población en condición de discapacidad se nos da esa oportunidad”.
“A mí me criaron como una persona normal. Recuerdo que desde muy niña, cuando me despertaba de las cirugías y sentía tanto dolor propio de un postoperatorio de ortopedia, mi mamá me animaba”.
- Cuando a los 12 años los médicos les dijeron a sus padres que ella no podría tener una vida normal, ya que sus huesos eran muy frágiles, y que eso implicaba mucho cuidado. Ocurrió en su vida lo que asegura la ha ayudado mucho a tener una actitud positiva frente a la vida: en su casa la criaron como una persona normal al lado de sus dos hermanos varones.
Por eso asegura que en la familia está gran parte del éxito de las personas con discapacidad, quienes no necesitan que se les trate de manera diferente, sino que les transmitan seguridad, amor y confianza. Esto, dice, les dará la capacidad para lograr cualquier propósito.
“A mí me criaron como una persona normal. Recuerdo que desde muy niña, cuando me despertaba de las cirugías y sentía tanto dolor propio de un postoperatorio de ortopedia, mi mamá me animaba y me decía que no me preocupara, que todo pasa, y que por más oscura que estuviera la noche, al día siguiente… siempre sale el sol”.
Noguera enfatiza que ha logrado desarrollar habilidades especiales como el manejo de los números, pasión que se les despertó desde muy niña. “Papá Dios nos quita, pero nos premia con algo más. Yo personalmente desarrolle una habilidad por los números”.
- Gracias a esa habilidad ingresó al sector financiero, experiencia y conocimiento claves para la recuperación de las finanzas de Barranquilla, cuando la ciudad estaba en banca rota, desprestigiada, y asociada a escándalos de corrupción. Hoy esta capital es modelo nacional e internacional.
“Hay que soñar y soñar en grande, porque los sueños son fundamentales en nuestras vidas, en las organizaciones y en la sociedad. Al mundo no le sirven las personas que dan lastima, sirven son las personas optimistas, alegres, llenas de vida, que vienen aportar algo”.
Una mujer valiente
- Por eso no ha vacilado en aceptar propuestas para que fuera candidata a la Alcaldía de Barraquilla y logró no sola ganar la elección, sino quedar registrada como la primera mujer alcaldesa elegida por votación popular. “Me atreví y lo logré”.
Lo mismo le ocurrió cuando Santos le pidió que lo acompañara como su ministra de Vivienda. “Cualquier cantidad de sentimientos pasaron por mi cabeza. ¿Seré capaz, en muletas, de recorrer el país? Y claro que fui capaz. Lo que demuestra, que no podemos dejar que las dudas, nos impidan tomar decisiones”.
“Sé que no voy alcanzar, entonces mejor me pongo al frente del público y echo el cuento y creo que la gente cree más cuando uno habla con el corazón”
Y son muchas las anécdotas que hoy tiene y que cuenta con humor, como cuando llegó a Bogotá y en una de sus primeras intervenciones como ministra le tocó leer de rapidez algunos apuntes que sus asesores le prepararon sobre los programas que maneja esa cartera, pero cuando llegaron al sitio no había un atril con la altura adecuada para ella (mide 1,40 metros), en que pudiera poner los papeles y leer.
“Tranquilos que yo lo soluciono”, fue la respuesta a su equipo de asesores. A los pocos minutos estaba frente al auditorio con micrófono en mano y hablándoles con propiedad y detalles del tema.
La gente necesitaba ver a sus líderes, que su gobernadora estaba cerca de ellos, apoyándolos. Eso ayudó emocionalmente a que se sintieran respaldados
- Hoy es una buena oradora que se ha pasado por diferentes escenarios y dando charlas y discurso si necesidad de tener que apoyarse en un atril.
“Sé que no voy a alcanzar, entonces mejor me pongo al frente del público y echo el cuento y creo que la gente cree más cuando uno habla con el corazón”.
Ha sabido resolver la forma para llegar y estar en contacto directo con las comunidades en barrios, pueblos o veredas. “Yo resuelvo, ando con un carrito pequeño para las zonas interiores, y otro de golf para los exteriores”.
La pandemia para la gobernadora del Atlántico ha sido cero virtual. Durante el pico más alto del covid-19, que cobró muchas vidas en el departamento, a Elsa Noguera se le vio al lado de los alcaldes, en los barrios y hospitales coordinando acciones y planes.
- La gente necesitaba ver a sus líderes, que su gobernadora estaba cerca de ellos, apoyándolos. Eso ayudó emocionalmente a que sintieran respaldados”, puntualiza Noguera, una mujer que parece incansable, que siempre está en buena actitud y que su condición de discapacidad no la ha limitado para alcanzar logros.
Leonardo Herrera, corresponsal de
EL TIEMPO