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Historias de Sábado ◇  “Cojo, tuerto y manco, salvó a Cartagena de Indias de los ingleses, que intentaban apoderarse de la ciudad ◇ Por Karel

  • Fue amante del mar; por eso en 1701 ingresó como guardia marina y luego como militar, siendo aún adolescente.

  • Era el almirante español Blas de Lezo, nacido en 1687. Su vida transcurrió entre guerras y desdichas.
    Durante esa época en España sucedía una guerra por conseguir la corona, tras la muerte del rey Carlos II, sin descendencia.

    • Comenzando la guerra de Sucesión española, Blas de Lezo tenía diecisiete años cuando se enroló de guardiamarina al servicio de la escuadra francesa al mando del conde de Toulouse. Por desgracia en esa contienda el joven Blas de Lezo perdió su pierna izquierda, amputada sin anestesia. Dicen las crónicas de entonces que no profirió queja alguna. Fue un golpe fuerte para él, sin embargo continuó en su puesto de combate.
  • Ascendido por su valentía participó en otra contienda: la defensa de Tolón y en ella, perdió un ojo tras el impacto de un cañonazo en la fortificación, una esquirla se le alojó en su ojo izquierdo, que explotó en el acto. Perdió así para siempre la vista del mismo, pero quiso continuar en el servicio y no abandonarlo.

     El marino participó en varios combates y bombardeos a la plaza de Barcelona. En uno de ellos, el 11 de septiembre de 1714, se acercó demasiado a las defensas enemigas y recibió un balazo de mosquete en el antebrazo derecho que le rompió varios tendones y lo dejó manco para toda su vida. Así, tras quedarse cojo, tuerto y sin mano, Blas de Lezo pasó a ser conocido como el «Almirante Patapalo» o el «Mediohombre».

 

  • Después de tantos combates en España, llegó a América en 1737 como comandante general de Cartagena de Indias, plaza que tuvo que defender de los ataques del almirante inglés Edward Vernon.
  • Cartagena de Indias era el centro del comercio americano y donde confluían las riquezas de las colonias españolas. Los británicos, ansiosos de conquistar el territorio y tomarse a Cartagena armaron una formidable flota jamás vista, al mando del Almirante inglés Edward Vernon. La armada estaba formada por 195 navíos, 3.000 cañones y unos 25.000 ingleses apoyados por 4.000 milicianos más de los EE UU. En 1741, las defensas de Cartagena no pasaban de 3.000 hombres, 600 indios flecheros, más la marinería y tropa de infantería de marina de los seis navíos de guerra de los que disponía la ciudad: el Galicia (que era la nave Capitana), el San Felipe, el San Carlos, el África, el Dragón y el Conquistador. Tras duros combates de los cartageneros liderados por el almirante tuerto, Cojo  y manco, los ingleses fueron derrotados y abandonaron presurosos las aguas de Cartagena de Indias, con un saldo de miles de ingleses muertos. Su capitán  se vio’ obligado a hundir los navíos para que no quedarán en manos de los españoles.
  • Fue tanta  la vergüenza de los británicos, que se tomaron medidas para acallar la derrota. El rey Jorge II prohibió todo tipo de publicación sobre la batalla. Pese a que la mayor parte de su vida estuvo al servicio del rey de España, no fue valorado  por el virrey de Nueva Granada, Sebastián Eslava, que le negó varias peticiones y lo puso en entredicho. Esas intrigas  labraron la caída en desgracia de Blas de Lezo en la corte. 
El 7 de septiembre de 1741  la peste de entonces se  llevó al almirante por delante.  Blas de Lezo murió en Cartagena en total olvido, dejando a su familia completamente desvalida. Actualmente es reconocido en la historia de Colombia, como el almirante que salvó a Cartagena De Indias de los ingleses,  que intentaban apoderarse de la ciudad. Recordado también, a través de su monumento en el “Castillo de San Felipe”, ubicado en la misma ciudad Cartagena de Indias.