Este 11 de noviembre el doodle de Google honra a Débora Arango, la pintora artística más importante de Colombia * Por Karel
- Este 11 de noviembre el doodle de Google hace homenaje a Débora Arango, pintora, acuarelista y ceramista antioqueña. Por medio de su pintura irreverente y transgresora representó la realidad colombiana de una forma crítica y descarnada. Hoy es considerada la pintora más importante de Colombia. Fue la primera mujer en pintar y exponer desnudos femeninos, utilizando además un estilo expresionista que se oponía a los dogmas de la academia. Aunque su obra fue censurada y su reconocimiento tardío, Débora Arango es también considerada como “la gestora de la primera revolución estética” en Colombia.
- En la década de los 30, la joven artista se convirtió en discípula de dos reconocidas figuras del arte antioqueño, Eladio Vélez y Pedro Nel Gómez.
Incluyó en sus exposiciones desnudos femeninos, que la marcaron como artista impúdica. Sin hacer caso a sus críticos depredadores, asumió una postura revolucionaria para la época afirmando, que “el arte no tiene nada que ver con lo moral; un desnudo no es sino la naturaleza sin disfraces, es un paisaje en carne humana, puede no ser bello, pero es natural, es humano, es real, con sus defectos y deficiencias”.
- Impresionó a Jorge Eliecer Gaitan, entonces ministro de Educación, que la invitó a exponer individualmente sus cuadros en el teatro Colón de Bogotá. Pese a ello, la exposición fue desmontada al día siguiente por los miembros de la censura capitalina, que consideraban sus desnudos como perversos y pornográficos.
Hasta los primeros años de la década del 40 sus pinturas fueron censuradas y descolgadas de las salas de exposición, por lo que en 1946 decidió viajar a Estados Unidos y a México donde aprendió la técnica del fresco.
- A mediados de siglo, la violencia avivada por la muerte de Gaitán y la polarización política la instaron a criticar artísticamente la política de esos días convulsivos.
A mediados del siglo XX viajó a Madrid, donde se inscribió en la Academia de San Fernando y estudió las obras de Francisco de Goya y José Gutiérrez Solana. Y en 1955, inauguró una muestra individual en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid. En esa ocasión, sus cuadros fueron descolgados sin ninguna explicación por orden del gobierno franquista, lo que motivó su regreso a Colombia.
A partir de los años sesenta aumentó el calvario de la oposición para Débora Arango que decidió no volver a mostrar sus obras por amenazas y presiones a su familia. Comenzó entonces un largo periodo de asilamiento en su su casa-taller en Envigado.
- Sólo hasta 1975 la artista permitió exhibir 100 de sus cuadros en la Biblioteca Pública Piloto de Medellín. Ya en la década de los ochenta, la obra de Arango fue recuperada por los distintos museos del país y por la historia del arte como un “testimonio único, radical y femenino de los momentos álgidos de la historia moderna de Colombia”. Y en 1984 se realizó una exposición retrospectiva de su obra curada por Alberto Sierra en el MAMM (Museo de Arte Moderno de Medellín) y posteriormente en la BLAA (Biblioteca Luis Ángel Arango), con 240 óleos y acuarelas la mayoría de ellos inéditos. Dos años después, Débora Arango donó al MAMM 233 obras de su autoría.
En 1996 la BLAA del Banco de la República en Bogotá, realizó una de las exposiciones retrospectivas más grandes con 269 de sus obras y en el 2012 abrió al público la ampliación del Museo de Arte Moderno de Medellín, que actualmente incluye una exposición permanente de pinturas y acuarelas donadas por la artista.
Y por fin llegó el reconocimiento, porque nunca es tarde y menos para el brillante talento de la artista antioqueña. Finalmente su carrera artística la hizo merecedora de múltiples condecoraciones, como el Premio a las Artes y a las Letras de la Gobernación de Antioquia; la Medalla al Mérito Porfirio Barba Jacob, de la Alcaldía de Medellín; la Cruz de Boyacá y el título de Maestra Honoris Causa de la Universidad de Antioquia; entre otros.
- Débora Arango murió el 11 de noviembre del 2005 en su “Casablanca en Envigado, pero sus representaciones de mujeres desnudas, prostitutas, mendigos y políticos corruptos, pintados, marcan hitos dentro de la historia colombiana, revolucionando el papel de la mujer en la sociedad, marcando puntos de quiebre en la historia de arte del país, y utilizando sus pinturas como un instrumento de denuncia. Hoy en día, su obra vuelve a ser estudiada “como un documento estético y de la memoria colectiva de los colombianos”.