En el Día Mundial del Cáncer de mama capta mayor atención esta patología.
- Afecta a más de 20 millones de mujeres en el mundo
- El 19 de octubre, Día Mundial contra el Cáncer de Mama, los lazos rosas se multiplican, invaden solapas, etiquetas, cosméticos, reclamos de apoyo a la investigación… Todo se tiñe de rosa, pero la lucha contra la enfermedad no es de un solo día.
- Superar el cáncer de mama es también una cuestión de emociones, de piel y belleza. De ahí que las iniciativas de instituciones, firmas de aparatología y cosmética y colectivos de profesionales cercanos a la enfermedad (oncólogos, dermatólogos, enfermeros, esteticistas, maquilladores y peluqueros), se prodiguen también con otro objetivo: minimizar las secuelas psicológicas y estéticas de la lucha contra este mal, que afecta a más de 18 millones de mujeres en todo el mundo.
Los efectos físicos de un cáncer de mama son evidentes; los emocionales, psicológicos y sociales muchas veces quedan marginados ante la urgencia de atajar el tumor, de curar el cuerpo. Sin embargo, de cómo se afronte la experiencia dependerá de que el trance sea lo menos traumático posible, tanto en el ámbito familiar, como laboral y de pareja. Las relaciones sexuales suelen ser un muro muy difícil de superar, al igual que la maternidad o las relaciones con amigos y compañeros de trabajo. María Palacín, doctora en Psicología y Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Barcelona y experta en liderazgo femenino, explica que “el abordaje emocional del cáncer de mama depende de varios factores psicosociales, pero siempre pasa por la aceptación de la enfermedad y luego con lo que cada mujer perciba”. Así, las mujeres más jóvenes, optan por reconstruir el pecho lo antes posible porque el impacto psicoemocional y social es para ellas mucho mayor , mientras que las mujeres mayores postergan la operación porque el aspecto físico les importa menos que la curación.