El presidente Santos invitó a decirle adiós a la guerra y sí a la paz
Bogotá , miércoles, 20 de julio de 2016
‘La paz es demasiado grande para tener dueño’
• Así lo afirmó hoy el Presidente Juan Manuel Santos al instalar las sesiones ordinarias del Congreso. El Mandatario invitó a los colombianos a decirle adiós a la guerra y sí a la paz. Dijo que “este puede ser el último 20 de julio que tengamos que conmemorar en un país en guerra”. Convocó a que no nos quedemos anclados en el odio o en el miedo.
• Ante el Congreso en pleno, el Jefe de Estado sostuvo que este es el momento para unirnos, no para dividirnos, en torno a la paz. Afirmó que hoy tenemos la oportunidad de oro de “poner punto final a una guerra interna que nos ha desangrado por décadas”.
Al declarar instalada la legislatura del Congreso de la República para el periodo 2016 – 2017, el Presidente Juan Manuel Santos reiteró que la paz no es de él ni de su gobierno, sino que es el anhelo de más de 48 millones de colombianos, porque la paz es demasiado grande como para tener dueño.
“Quiero ser claro, como lo he repetido muchas veces: la paz no es mía. La paz no es de mi gobierno. ¡Cómo va a serlo! La paz es demasiado grande para tener dueño. La paz es el anhelo y será la realidad de más de 48 millones de colombianos”, dijo.
Ante el Congreso en pleno reunido en el Salón Elíptico del Capitolio Nacional, el Jefe de Estado invitó a los colombianos a decirle adiós a la guerra y sí a la paz. Al tiempo que previó que “este puede ser el último 20 de julio que tengamos que conmemorar en un país en guerra”.
“De todos nosotros depende que así sea. Por eso, con toda la fuerza de mi corazón, los invito a que digamos, convencidos: Adiós a la guerra y sí a la paz”, recalcó.
‘No nos quedemos anclados en el odio y el miedo’
El Presidente Santos aprovechó su discurso ante los congresistas para convocar a los compatriotas a trabajar unidos por la paz, en todos los escenarios de la vida cotidiana en el país.
“Hoy quiero convocar a todos mis compatriotas a proteger, a defender, a imaginar, a soñar, a hacer posible el bien supremo de cualquier sociedad, la base fundamental sobre la que podemos levantar un país mejor y más justo: la paz”, dijo.
Y agregó: “Este es un momento para unirnos, no para dividirnos, en torno al mayor propósito de nuestros tiempos. La paz que lograremos con la guerrilla, Dios mediante, debemos ambientarla también en nuestros hogares, en nuestros trabajos, aquí mismo en el Congreso, en las calles y en las veredas de Colombia”.
Consideró que “la paz se hace en nuestros corazones, reconociendo el valor del otro, encontrando la riqueza que trae la diferencia, y creyendo de verdad en que somos capaces de vivir en una sociedad reconciliada”.
“No nos quedemos anclados en el odio o en el miedo. No nos quedemos enterrados en el pasado. Llegó la hora de concentrarse en las posibilidades del futuro. Llegó la hora de comenzar, unidos, a hacer realidad los sueños”, sostuvo.
Hoy tenemos una oportunidad de oro
Al recordar que hace 206 años un grupo de patriotas cambió la historia de Colombia con su valor y determinación, el Jefe de Estado consideró que hoy “tenemos la oportunidad de oro de consolidar la libertad y la democracia y de poner punto final a una guerra interna que nos ha desangrado por décadas”.
El Mandatario expuso que los colombianos nos acostumbramos a la barbarie de la guerra y “estábamos perdiendo la capacidad de ser compasivos, de indignarnos con la violencia, de sentir el dolor del otro, de conmovernos con su sufrimiento”.
“Nos acostumbramos a la guerra y a su lógica de odio y venganza y eso tenemos que cambiarlo. Porque la paz, por difícil que sea alcanzarla, siempre será mejor y menos costosa que la guerra”, dijo.
Luz al final del túnel
El Jefe de Estado afirmó que hoy, por primera vez, los colombianos estamos viendo, al final del túnel, “la luz radiante que nos anuncia el comienzo de un nuevo horizonte para nuestra nación: uno donde no nos matemos por nuestras ideas, donde todos podamos caminar juntos, así pensemos diferente”.
En este sentido, manifestó que la reciente firma del acuerdo sobre el cese al fuego definitivo y el desarme de la guerrilla “ha sido la mejor noticia en mucho tiempo para los colombianos”.
Que crezca la semilla de la paz
El Presidente aprovechó el acto para rendir un homenaje de gratitud y admiración a las Fuerzas Militares y la Policía Nacional, así como para exponer los beneficios de ponerle fin al conflicto armado y avanzar hacia la construcción de la paz.
Al respecto consideró que aunque la firma del acuerdo final en La Habana no es la solución a todos los problemas del país, sí será el comienzo de un periodo de arduo trabajo para construir la paz en cada rincón del territorio.
“Para llevar los servicios del Estado a las zonas más golpeadas por la guerra. Para sembrar en los corazones y en las mentes de todos una cultura de tolerancia y convivencia que reemplace a esa otra cultura de enfrentamiento y exclusiones que tanto daño nos ha hecho”, acotó.
Se requiere el esfuerzo del país entero
En su discurso ante el Congreso, el Jefe de Estado anunció que el Gobierno seguirá trabajando por el empleo, la reducción de la pobreza, el crecimiento de la economía y el aumento de las oportunidades para los más vulnerables, “pero con una gran diferencia: ya no cargaremos con ese lastre pesado y odioso de la guerra”.
Indicó que sin guerra, habrá más recursos para la educación, la salud, la vivienda, la justicia, el campo, la protección del medio ambiente y la cobertura de servicios básicos.
Expuso que sin guerra habrá más recursos para la seguridad ciudadana, porque los hombres y equipos destinados a enfrentar a las Farc podrán destinarse a proteger mejor a los ciudadanos y a combatir los restantes factores de inseguridad.
De acuerdo con el Presidente de la República, este es el momento cuando más necesitamos el esfuerzo del país entero, “para que la semilla de la paz crezca y se convierta en un árbol fuerte y frondoso que nos dé frutos de desarrollo y progreso social”.