Carta a Zuckerberg por escándalo Cambridge Analytica: @RevistaBOCAS @ELTIEMPO
- La Misiva Escrita por “Revista Bocas” de El Tiempo
Estimado señor Zuckerberg:
Hace 13 años usted tuvo una idea genial. Gracias a Facebook hoy podemos reencontrarnos con amigos perdidos y fortalecer amistades lejanas: su invento nos permite celebrar en tiempo real el matrimonio de un viejo amigo, emocionarnos por las fotos del viaje de un primo lejano y mantener el contacto con esas personas importantes que se fueron a vivir en otros países. Incluso, Facebook cambió la forma en que la gente se relaciona: en esta red social es posible enterarse de si alguien está soltero o no, de cuáles son sus sitios favoritos para ir a comer, de su edad, de su fecha de cumpleaños y hasta de sus gustos musicales.
Y todo eso fue posible gracias a usted.
Sin embargo, en las últimas semanas se publicó una investigación que reveló cómo los datos de 50 millones de usuarios de su red social fueron usados por Cambridge Analytica, una empresa consultora que estuvo vinculada a la campaña de Donald Trump para la presidencia de Estados Unidos. Sí, la información de 50 millones de personas fue utilizada para crear una base de datos que tenía el objetivo de influir en el voto de las personas. ¡Horror!
Hoy Facebook cuenta con más de 2.000 millones de usuarios y muchos de ellos han expresado –y con razón– graves preocupaciones por la seguridad de su información. Por eso, señor Zuckerberg, queremos dirigirle esta carta abierta para preguntarle cómo va a asumir las responsabilidades de seguridad y de confianza que le corresponden a usted como un agente social de talla global.
Para empezar, debemos decirle que el escándalo de Cambridge Analytica generó una grieta entre Facebook y sus usuarios. Incluso Elon Musk decidió eliminar las cuentas de Tesla y SpaceX e invitó a sus seguidores a hacer lo mismo. ¿Tenemos que llegar hasta ese punto o se puede recuperar la confianza?
Para volver a construir confianza en esta red social es necesario asumir el compromiso de decirles a los usuarios qué datos guardan en sus servidores, qué hacen con ellos y cómo se pueden proteger las informaciones personales que maneja su compañía. Pero no se trata de informar en la letra pequeña de los contratos que todos los usuarios aceptan, la mayoría sin leer, cuando abren una cuenta: es necesario hacer grandes campañas de comunicación.
En noviembre, por ejemplo, un artículo de la BBC reveló que Facebook, para cada uno de sus usuarios, guarda detalles de reconocimiento facial, de los lugares del mundo –y de la ciudad– desde donde se conectan a las cuentas e, incluso, de cada uno de los perfiles y de las páginas que visitan: un registro de cada clic que hacen los usuarios en la red social. Su compañía lo sabe todo de sus usuarios: cómo se ven, dónde viven y qué les gusta buscar en internet. ¿Qué hacen ustedes con semejante cantidad de información?
Su red fue creada bajo la premisa de la “transparencia radical”, una filosofía basada en la libertad de las personas para compartir sus datos, sus fotografías y sus gustos con el fin de fortalecer las conexiones y conocerse del todo: un mundo utópico y optimista basado en los likes. ¿Pero no le parece que esto es un arma de doble filo? Si Facebook les pide transparencia a sus usuarios, la red debería también ser transparente y comunicarles a sus usuarios cómo usa toda esta información y, sobre todo, cómo la convierte en un modelo de negocio.
Somos conscientes de que la información involucrada en el escándalo de Cambridge Analytica no la entregó directamente su compañía, sino los mismos usuarios que autorizaron a una aplicación que ofrecía un divertido quiz de personalidad. Sin embargo, ¿no deberían ustedes poner muchos más avisos de alerta para que las personas sean conscientes de las consecuencias profundas de compartir sus datos personales con desarrolladores externos?
Lo más preocupante es que su compañía se enteró hace tres años, en 2015, de esta filtración; sin embargo, nunca les informaron a los usuarios afectados. ¿De no haber sido por las investigaciones de los diarios The Observer y The New York Times –que denunciaron el episodio– ustedes habrían hecho pública esta información? ¿Le parece justo ese silencio? Y, sobre todo, ¿cómo podemos estar seguros de que ustedes van a alertar a sus usuarios si se producen nuevas filtraciones?
En el contexto específico de Colombia, los sucesos de Cambridge Analytica –que desembocaron indirectamente en la elección de Donald Trump– no dejan de ser preocupantes. Con 26 millones de usuarios activos (casi el 95% de los colombianos con acceso a internet tienen un perfil en esta red social), Facebook se convierte en un espacio estratégico para las campañas presidenciales. Es innegable que hoy Facebook es un actor político: ¿cómo van a hacer para que su red social no se convierta en un vehículo de campañas basadas en el miedo y en las noticias falsas a favor del mejor postor?
Por último, es importante que haya acciones concretas para enmendar esa grieta que crearon con sus usuarios: es clave investigar a todas las aplicaciones que han tenido acceso a grandes cantidades de información y vetar de la red a cualquier desarrollador que no esté de acuerdo con una auditoria exhaustiva. Y esto no solo se debe hacer en Facebook, sino también en WhatsApp e Instagram, tres de las redes sociales más usadas en todo el mundo.
Necesitamos recuperar la confianza –y algo de la intimidad perdida–, señor Zuckerberg. Los datos de millones de usuarios están en sus manos. Esto significa un gran poder y una gran responsabilidad.
REVISTA BOCAS
EDICIÓN 72 – MARZO 2018
Revista Bocas: http://www.eltiempo.com/bocas/entrevistas-de-la-revista-bocas-en-marzo-de-2018-199096