Bicentenario de la Reina Victoria, raíz de la realeza europea contemporánea
Homenaje a su memoria en el Palacio Kensington, donde nació
El palacio de Kensington ha organizado para la ocasión las exposiciones “Victoria: Mujer y Corona” y “Victoria: una Infancia Real”, que fueron presentadas a la prensa.
Estarán exibidas objetos personales de Victoria: Casas de muñecas, retratos, miniaturas, peponas, alfombras, armarios, pinturas, esculturas vestidos y accesorios y demás muebles que ocupan los espacios que la vieron transformarse de niña a mujer.
Detrás de su faceta pública, el acontecimiento que más marcó la vida personal de la reina fue, sin duda, el fallecimiento de su venerado esposo, Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha (1819-1861), tras más de dos décadas de matrimonio, en 1861.
De sobra es conocido que Victoria no volvió a vestir otro color que no fuera el negro, en un estado permanente de luto que no cesó hasta su propia muerte.
Tanto era el amor que sentía por su marido que, una vez contrajo matrimonio, rechazó volver a utilizar una corona en público, a no ser que fuera estrictamente necesario, en un gesto para demostrar que era “igual” a Alberto.
Con todo, la exposición refleja a una mujer que se sintió “madre de sus hijos y madre de una nación”, tal y como recoge uno de los rótulos de la muestra.
Durante los 63 años que ocupó el trono de Inglaterra, solo superada por la actual reina Isabel II que cuenta con 67 años de reinado, Victoria firmó cada una de las más de 200.000 nuevas leyes que aprobó el Parlamento durante ese tiempo.
En palabras de Williams , duque de Cambridge “lo que en definitiva busca esta exhibición, es mostrar cómo Victoria va tomando el control de su propia imagen y de su propia historia a medida que progresa su vida”.
(Fin)