Avanza el Desarrollo Económico en la Región Caribe: Marìa Josè Vengoechea presidenta de CCB – Información y Prensa
Barranquilla D.E.I.P., octubre 15 de 2015.Mucho se habla del “buen momento “que vive nuestra Región en el contexto nacional. Titulares de prensa, campañas en medios y comentarios empresariales, señalan al Caribe como un lugar donde muchas empresas deben relocalizar sus operaciones y donde hay que invertir. Al revisar algunas cifras económicas y sociales se evidencia que esta sección del País muestra mejoras en términos de inversión, producción industrial y tasas de desempleo, por ejemplo.
Gracias a la invitación de ANIF en el marco del Seminario Macroeconómico Regional, comparto estas cifras y expondré además los retos que tenemos para seguir consolidándonos como “La Región del País con mayor potencial de crecimiento en el futuro”; no obstante para ello, debemos emprender un conjunto de acciones para cumplir con los objetivos que nos hemos trazado, en términos de progreso y bienestar para la población costeña, afirmó María José Vengoechea Devis, Presidenta Ejecutiva de la CCB.
Generalidades de la Región Caribe Colombiana
La Región Caribe colombiana actualmente tiene una población de 10 millones trescientos mil habitantes, es decir, representa el 21.5% del total país. Participa con el 15% de la producción nacional, porcentaje que se ha mantenido en los últimos años.
De otro lado, es importante señalar que aunque el índice de pobreza se ha reducido de un 37% a 34.1% en los dos últimos años, consideramos que debemos seguir trabajando sin descanso, uniendo esfuerzos y recursos entre los sectores público y privado, para continuar mejorando este indicador.
En otras palabras, es urgente y necesario el diseño y ejecución de políticas y estrategias innovadoras regionales que faciliten la transformación productiva y territorial de los ocho departamentos de esta sección de Colombia, como quiera que contamos con una posición geográfica privilegiada que le facilita a las empresas importar bienes de capital y materia prima a menores costos para la transformación y exportación, lo que no ocurre con la mayoría de las empresas que se encuentran asentadas en el interior del país. O sea, la región le ofrece a los inversionistas y a las empresas nacionales e internacionales facilidades de conectividad con el resto del mundo, en especial con grandes mercados como lo son Estados Unidos y la Unión Europea, regiones con las cuales Colombia tiene vigente tratados de libre comercio, convirtiéndose este hecho en un factor fundamental para activar flujos de comercio, capital y conocimiento, por ejemplo, indispensables para fortalecer el aparato productivo de la Costa.
Estas dos grandes zonas económicas en conjunto reúnen un poco más de 800 millones de consumidores con un ingreso promedio de más de 45.000 dólares anuales por persona. Sin desconocer claro está a otros mercados, entre ellos los países del Asia Pacífico, Latinoamérica y el Caribe, por ejemplo.
Es importante considerar que dentro de las ciudades costeñas Barranquilla se muestra hoy como una de las zonas geográficas más competitivas del País, toda vez que en varios de los indicadores económicos y sociales ocupa posiciones relevantes, especialmente en materia de inversión empresarial, salud, desempleo, educación y formación técnica laboral. Por otra parte, es de carácter fundamental que se aprovechen las excelentes ventajas del sistema portuario y logístico de la Región, particularmente de los puertos de Barranquilla, Cartagena y Santa Marta, los cuales por su relativa cercanía se constituyen en pilares claves para seguir jalonando el desarrollo del comercio exterior colombiano.
En estos tres terminales en conjunto durante el primer semestre de 2014 y 2015 el tráfico total de mercancía diferente a carbón registró un incremento del 5%, al pasar de 27.4 a 28.8 millones de toneladas, es decir, el 65% de la carga total movilizada por el Caribe, y el 48% del total país, excluyendo al mineral mencionado.
Es de comentar que de los 28.8 millones de toneladas movilizadas por el Caribe distintas al carbón en el primer semestre de 2015, la distribución es la siguiente: 14.7 millones de toneladas corresponden a contenedores, o sea el 51%; 6.5 millones de toneladas de granel líquido (22.5%); mientras que el 26.5% restante es granel sólido y carga general.
En estos tiempos de desaceleración, volatilidad e incertidumbre de la economía mundial y por supuesto de la colombiana, la Región Caribe a finales de 2014 y durante el primer semestre de 2015, se caracterizó por registrar dentro del País un crecimiento alentador en la industria manufacturera, de acuerdo con datos del DANE. Efectivamente, si observamos las cifras más recientes de esta actividad, encontramos que en el periodo señalado su crecimiento se movió en el rango comprendido entre el 3.1 y 3.5%, cuando los crecimientos de las otras regiones de Colombia han sido inferior e incluso negativos, tal es el caso de Bogotá que en el segundo trimestre de 2015 este sector decreció en 2.1%. Esto ha sido posible gracias a la relocalización de inversiones nacionales e internacionales en proyectos empresariales.
De las actividades industriales sobresalen por su mayor crecimiento en el periodo de estudio, confecciones de prendas de vestir, otras industrias manufactureras, productos de plástico, productos textiles y sustancias químicas básicas.
Ahora bien si se hace un análisis retrospectivo, la tasa de crecimiento real promedio de la producción bruta de la región Caribe ha sido mayor que la del resto de regiones, alcanzando el 5.7% en el periodo de 2010 – 2013. En efecto, esta fue superior a la de Antioquia y Eje Cafetero (5.2%), Pacífica (4.8%) y Oriente, 4.2%.
Ya adentrándonos en la Región Caribe podemos anotar que en términos generales esta se caracterizó por experimentar crecimientos significativos en la producción en todos los departamentos, entre los años 2010 y 2013, sobresaliendo Bolívar con el 7.1%, seguido de Atlántico, 6%, y Sucre y Cesar con 5.7% cada uno. Todas estas cifras fueron superiores al promedio nacional, en igual periodo, que se situó en el 5.2%.
A nivel de contribución por departamentos a la economía regional, en la gráfica se muestra que Atlántico y Bolívar en conjunto representan el 52% de la producción regional. Es de destacar que de la producción total del Caribe los más altos crecimientos entre el 2010 y 2013 ocurrieron en construcción con el 27%; servicios, 25%; minería, 12%; y comercio, 10%. En cuanto a participación sectorial se destacan los servicios con el 32%; comercio, 16%; minería, 15%; y transporte y agropecuario con el 9% cada uno.
Como ya se anotó anteriormente, no cabe duda que la región Caribe colombiana se perfila como la zona geográfica del País con mayor potencial de crecimiento en el futuro. Sin embargo, esto será posible siempre y cuando empecemos desde ya a emprender acciones orientadas a elevar las capacidades competitivas en todos los ámbitos, particularmente las del capital humano, reto que hoy más que nunca requiere de la unión y consenso pública privado; además es indispensable acometer ingentes esfuerzos orientados a diversificar y sofisticar la economía regional con bienes y servicios diferenciados y con alto contenido de valor.
Si logramos hacer esto en el mediano y largo plazo habremos impactado favorablemente en disminuir los altos índices de informalidad laboral que al primer semestre de 2015 se ubicó en el 58%, muy superior a la media nacional que fue del 49%, siendo el departamentos de Magdalena el que presenta la mayor tasa con el 62.2%; seguido de Sucre con 60.5%; Bolívar, 60,3%; y La Guajira, 58.1%.
Esto ha impedido en que la región obtenga una mayor eficiencia y productividad de los factores de producción, lo cual se ha debido también a la escasa articulación y cooperación de las unidades económicas, y desarticulación de actores, restándole como es sabido competitividad a nuestro territorio.
María Jose Vengoechea Devis, comenta que en realidad no se puede negar que la Región Caribe últimamente viene haciendo grandes esfuerzos para mejorar todos los indicadores económicos y sociales, pero se necesita continuar trabajando de una manera ordenada y creativa, para lo cual creemos desde el SISTEMA CAMERAL DEL CARIBE COLOMBIANO que es importante y urgente redoblar estos esfuerzos, los cuales deben, en gran medida, girar en torno a la ejecución de las siguientes acciones:
Dinamización de clúster con alto potencial:
Al igual que el País, durante los últimos años la Región Caribe se ha propuesto la meta de mejorar su competitividad, enfocando los esfuerzos en la identificación y dinamización de clúster, es decir trabajando alrededor de aquellos agrupamientos empresariales que se constituyen en ejes estratégicos para el desarrollo económico y social, propiciando un clima de negocios atractivo para los inversionistas, de tal manera que se incentive el emprendimiento de alto impacto y la innovación, a fin de generar productos y servicios sofisticados alrededor de los clúster, el mayor desafío del factor de transformación productiva.
Con la dinamización de los clúster las empresas que integran los diferentes segmentos de negocios lograrían posicionarse de manera más competitiva, alcanzando así mayores tasas de rentabilidad y crecimiento sostenido en el largo plazo. En otras palabras, contribuir a generar un cambio de conducta en las unidades productivas orientada a definir una visión de futuro para el negocio, realizar cambios estratégicos en la empresa, así como cambios de entorno que permitan a las compañías posicionarse de forma más competitiva en el mercado.
En síntesis una empresa es más competitiva cuando adquiere mayores beneficios que la media de la industria en un plazo extendido. En definitiva, lo que se busca es ayudar a que las unidades productivas se posicionen en las estrategias más interesantes para desarrollarse, crear empleo, producir más ingresos y ganar mayor margen de lucro de manera sólida.
A la fecha la región cuenta con más de 10 clúster entre los cuales se destacan: negocios de la salud, muebles, turismo, tecnología de información y comunicación, lácteos, banano, agroinsumos, cultura, industria náutica y servicios logísticos.
Desarrollar nuevos negocios:
Los empresarios nacionales e internacionales han identificado en la Región Caribe, por sus condiciones idóneas a nivel logístico y portuario, la facilidad para el desarrollo de proyectos productivos, entre los cuales podemos mencionar, por ejemplo, la explotación off shore de yacimientos de hidrocarburos. Este nuevo negocio ofrecerá a nuestras empresas y agentes del Caribe grandes oportunidades que, aprovechándolas al máximo, se convertirían en factores claves que estimulen la transformación, diversificación y sofisticación de sus bienes y servicios.
Lograr consensos para la competitividad:
El reto en términos de Institucionalidad se centra en consolidar el esquema de alianzas público privadas como estrategia para facilitar la implementación de proyectos en la Región. Desde la promulgación de la Ley en el año 2012 hasta el momento se han presentado 322 iniciativas de carácter público y privado, de las cuales 46 en la Región Caribe, lo que representa un 14% del total. Sólo se han aprobado 28 iniciativas en el país por un valor cercano a los 43 billones de pesos, lo que representa un 11% del total y para la Región Caribe sólo 2 iniciativas han sido aprobadas.
Por lo anterior resulta importante establecer una Agencia de Asociaciones Público Privadas para la Región Caribe, que logre identificar, proponer y estructurar proyectos de infraestructura productiva o social, utilizando la ley de APP como herramienta para que el sector privado participe con mayor protagonismo del desarrollo de la Región.
Cualificar la Educación terciaria y desarrollar un territorio Bilingüe:
Sobre este caso es de resaltar que a partir del fortalecimiento de la educación técnica y tecnológica y el desarrollo de competencias Bilingües se eleva la capacidad competitiva regional. Para tal fin, se propone estructurar un conjunto de acciones intersectoriales e interdisciplinarias de distintos tipos, que de manera priorizada y organizada, proyectan intervenciones a mayor escala acompañadas de inversiones más altas, movilización social y la gestión de alianzas estratégicas, con el objetivo de declarar a la Región Caribe como un territorio bilingüe.
De otra parte y en cuento a la educación terciaria la academia y el sector productivo deben generar una indiscutible alianza que procure por la anticipación de necesidades de capital humano para no actuar de manera reactiva frente a la provisión del mismo.El reto se traduce en diseñar un proceso de formación de competencias específicas desde la educación media, coherente con las necesidades del sector productivo, que pueda enlazarse con la oferta de educación superior, a tal punto que los conocimientos puedan ser reconocidos y homologables.
Mejorar el Ambiente de Negocios:
A través de la Simplificación de trámites para mejorar el ecosistema empresarial y el clima de negocios. La expectativa regional es contar con una regulación eficiente del sector empresarial que beneficie tanto el sector público como al privado. Los beneficios en la esfera pública incluyen una buena planificación urbana y el cumplimiento de las empresas con las normas de salud y seguridad, y con sus obligaciones fiscales. En cuanto al sector privado, la simplificación de trámites estimula el desplazamiento de la pequeña empresa hacia el sector formal, lo cual genera mayores oportunidades de acceso a capital, cumplimiento contractual y crecimiento general.
Desarrollo de infraestructura logística para la Competitividad regional:
Si bien el Caribe colombiano ocupó el primer lugar en el País en cuanto al índice de competitividad logística regional se refiere con un puntaje de 5.98 sobre 10, de acuerdo con los resultados de la encuesta Colombia es Logística, publicado recientemente por el Departamento Nacional de Planeación, se requiere seguir avanzando en esta materia si queremos incursionar siempre con éxito en el mercado global.
De allí que, es necesario que se adelante la construcción de vías de accesos, tanto marítimas/fluviales como terrestres, y se lleve a cabo el mantenimiento constante en las obras ya ejecutadas, para facilitar el acceso a nodos logísticos como puertos, aeropuertos, zonas francas, y demás desarrollos industriales y comerciales.
Asimismo, deben ejecutarse proyectos de infraestructura que permitan una mejor conectividad al interior de la región y con el resto del país. Entre los principales proyectos se mencionan:
· Doble calzada de la Cordialidad entre Bayunca y Baranoa
· Doble calzada entre Palermo y Ciénaga
· Solución al problema de sedimentación en Bocas de Ceniza y profundización del canal navegable
· Vía de acceso a las concesiones portuarias ubicadas en la Ciénaga de Mallorquín y al puerto de aguas profundas ubicado en el sector marítimo
· Doble calzada Vía a Juan Mina entre la Circunvalar y Los Pocitos
· Expansión del sistema de transporte masivo a lo largo de la Calle 30 y la Vía 40
· Doble calzada de la Vía al Mar entre Arroyo de Piedra y Puerto Velero
· Red férrea que interconecte las ciudades de la Región Caribe colombiana y se conecte con la red nacional
· Terminales de pasajeros y carga en los puertos fluviales de Barranquilla, Soledad, Sabanagrande y Suán
Fortalecimiento Institucional:
Adicional a las acciones anteriores es inaplazable e imprescindible que el Caribe trabaje sin pausa para fortalecer la institucionalidad, concebida por los expertos como un equilibrio eficiente entre la administración de recursos, acuerdos organizacionales, desarrollo de capacidades y el entorno. Esto con el fin de promover el desarrollo económico y lograr transformaciones sociales en la región para el bienestar de sus habitantes.
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