Reevalúan “El Beso” de Gustav Klimt ◇ Última película sobre el pintor austriaco
- Especialistas en Arte varían su concepto sobre la famosa pintura ” El Beso” de Gustav Klimt
¿Cuál es el destino de este amor? O siquiera es amor. Algunos curadores analistas definen la pintura como “una escena extraña. A primera vista parece romántica y feliz, pero cuanto más la miras, más oscura se vuelve”.
La película, la última de la serie “Klimt and the Kiss”, combina hermosas imágenes de la pintura y su ubicación en el Museo Belvedere de Viena con críticas perspicaces de curadores y académicos para darle vida a la obra de arte.
El tema de la pintura, chorreando oro fundido, es el de dos figuras entrelazadas. La figura masculina abraza a la figura femenina alrededor del cuello mientras la besa en la mejilla, pero su propio rostro es invisible para el espectador. La figura femenina con los ojos cerrados tiene una expresión extrañamente vacía. Sus manos rodean su propio cuello y se aferran a él, en el suelo, en un prado lleno de flores, con sus pies descalzos flotando desde el borde hacia un abismo desconocido.
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Stephanie Auer, curadora del Museo Belvedere, señala que el cuerpo dorado del hombre está decorado con formas rectangulares y el de la mujer con lineas curvas, en una clara delimitación de las diferencias clásicas de lo masculino y lo femenino.
- Hay algo dominante y violento en el abrazo de la figura masculina, y algo impotente, desesperado, casi patético en la mujer. ¿Está inconsciente o tiene los ojos cerrados de felicidad? ¿Está devolviendo el abrazo al hombre o intentando quitarle las manos?
Académicos y espectadores han mapeado muchas narrativas posibles en la escena. Algunos interpretan la pintura como una representación de la alegoría del amor o de la historia mitológica griega de Ariadna y Dioniso.
Otros interpretan el cuadro como una representación del propio artista y su musa Emilie Flöge. Klimt y Flöge se hicieron cercanos en 1892, cuando Klimt tenía 30 años y Flöge 18. Flöge se convirtió en una exitosa diseñadora de moda y modista, moviéndose en los elegantes círculos bohemios de Viena con Klimt. De acuerdo con la historia Klimt le dejó la mitad de su patrimonio en su testamento, aunque los dos nunca se casaron. Como muchas relaciones históricas, la de ellos sigue siendo sexualmente ambigua.
Se sabe que Klimt tuvo relaciones sexuales con muchas de sus modelos y retratistas, pero Flöge fue una pareja constante durante toda su vida. Algunos historiadores creen que su relación con Flöge era platónica y que quizás “El beso” fue una escena imaginada de su amor hecho corporal, o quizás fue una descripción de su relación erótica en la vida real.
- La obsesión de Klimt por el erotismo es visible en toda su obra, incluso en el Friso de Beethoven y en El beso. Su propia promiscuidad sexual era famosa: tuvo al menos 14 hijos. Le gustaba sacar a mujeres jóvenes pobres de la calle y llevarlas a su estudio para dibujarlas desnudas, a veces trayendo a varias a la vez y animándolas a realizar actos sexuales entre ellas mientras él las dibujaba.
En la película sobre el pintor los estudiosos y curadores están divididos sobre cómo leer este aspecto de la vida de Klimt. Baris Alakus, director general de la Villa Klimt, critica la forma en que utilizó a mujeres de diferentes clases para distintos fines, de modo que “tenía una mujer para cada situación”.
Auer señala que “los actos homosexuales que dibujó en los que participaban sus modelos de clase trabajadora eran ilegales en Viena, lo que demuestra el desprecio de Klimt por su seguridad y respetabilidad. Pero el historiador del arte Patrick Bade lo ve de otra manera. “A las mujeres les gustaba y a él le gustaban las mujeres”, dice, haciéndose eco de un estribillo comúnmente utilizado para restar importancia a la culpabilidad del pintor
El Dr. Marian Bisanz-Prakken sostiene que celebró el erotismo femenino “sagrado”. Sin embargo, las prácticas de Klimt me parecen un voyeurismo masculino dominante y un abuso sexual. Su desdén por la vida interior de las mujeres y su fascinación por sus cuerpos es tan pronunciada que casi es una caricatura de la misoginia. Muchas de sus pinturas tratan a las mujeres como algo decorativo, al igual que sus elaborados fondos y vestidos dorados, o como objetos sexuales.
- Las obras de Klimt constituyen la columna vertebral de muchas colecciones de museos vieneses. Klimt & The Kiss incita a los espectadores a comenzar a hacer preguntas sustanciales y desafiantes. ¿Por qué se celebra El beso como una pintura romántica, cuando el lenguaje corporal de sus figuras es tan enigmático e inquietante? ¿Qué jerarquías y sistemas de valores defiende una pintura como esta?
Mirar una obra de arte con ojo crítico no significa descartarla o rechazar su calidad. Se suma a nuestra capacidad de apreciar y criticar el arte para comprender su contexto, por muy complicado que sea. Sostener las muchas verdades e incertidumbres sobre “El Beso” al mismo tiempo hace que la experiencia de mirarlo, ya sea en la pared del Belvedere o en la pared de su dormitorio, sea bastante más interesante y ciertamente más precisa.
• Exposición en pantalla: Klimt & The Kiss ya está disponible.
Eliza Goodpasture (Historiadora de arte).
Octubre 30, 2023
(Fin)