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Historias de Sábado ◇ “El presidente de Colombia más importante del siglo 20”

Alfonso López Pumarejo ha sido registrado en la historia como el Presidente de Colombia más importante del siglo 20 y de los mejores del país, entre ellos, Alberto Lleras Camargo y Carlos Lleras Restrepo. Fue el gran reformador en la historia de Colombia.

Alfonzo López Pumarejo nació el 31 de enero de 1886 en Honda, Tolima, Colombia. Era hijo de Rosario Pumarejo Cotes y Pedro A. López, exportador de café.

Se trasladó a Bogotá e ingresó en el Colegio San Luis Gonzaga y en el Liceo Mercantil. Complementó su educación con clases particulares recibidas de personajes como Miguel Antonio Caro, Lorenzo Lleras, Juan Manuel Rudas y José Miguel Rosales. Luego realizó estudios de Economía en Londres y New York.

Antes de ser elegido presidente de Colombia durante dos periodos: 1934-1938 y 1942-1945, había sido designado por el presidente Enrique Olaya Herrera como ministro legatario en Inglaterra, cargo que ejerció entre los años 1931 a 1933. Durante su estancia en Londres, Alfonso López Pumarejo vivió junto a su esposa María Michelsen Lombana y sus cinco hijos. En este periodo, manifestó en su correspondencia las dificultades económicas mientras permaneció en Londres, así como también el incesante interés por los asuntos políticos en Colombia con el partido liberal.

Tuvo un papel destacado en la negociación que dio fin a la guerra contra el Perú en 1933, así como también durante la Séptima Conferencia Interamericana en Montevideo realizada en el mismo año. A su regreso a Colombia se postularía como candidato presidencial por el Partido Liberal e iniciaría su primer periodo de gobierno en 1934.

“La revolución en marcha” fue el programa bandera que López llevó a cabo durante su primera presidencia (1934-1938). Allí se hicieron importantes transformaciones que apuntaron a la continua modernización del país a través de reformas de corte constitucional, social, agrario y educativo que buscaron dar derechos y garantías a los sectores sociales populares. Con la reforma agraria de 1936, López tuvo la iniciativa de otorgar derechos sobre las tierras a pequeños y medianos productores, colonos y aparceros, así como también de mejorar las condiciones laborales para los jornaleros, defendiendo desde sus propuestas la función social de la propiedad. Esta iniciativa, sin embargo, encontraría una férrea oposición desde los sectores conservadores del país hasta el punto de conseguir frenar la reforma.

Respecto a la reforma educativa, durante su periodo de gobierno,  inició la construcción de la Ciudad Universitaria que albergaría la Universidad Nacional de Colombia.  La reforma se centró en la dotación de recursos financieros; el establecimiento de libertades académicas; la participación de las mujeres; la apertura de nuevas carreras académicas, y en la instrucción pública la educación primaria se hizo obligatoria. La campaña educacionista y el proyecto de extensión cultural, que venía desde el gobierno de Olaya Herrera, fue fundamental para López, específicamente en lo que tuvo que ver con uno de los mayores elementos de la política cultural de masas: la difusión del libro y la promoción de la lectura.El escenario político de su segundo periodo de gobierno (1942-1945) fue muy convulsionado, tanto a nivel nacional como internacional. La oposición radical de los sectores conservadores, liderados por Laureano Gómez, y de una facción del partido liberal que dio un apoyo insuficiente a su programa de gobierno, hicieron que fuera más difícil sacar adelante las nuevas reformas.

A pesar de estos inconvenientes, López consiguió llevar a cabo la reforma laboral que había dejado planteada desde su primer mandato y con la que introdujo la regulación de los sindicatos, su legalización y la reivindicación de los derechos laborales de los empleados. La reforma constitucional de 1945 también fue muy importante en la medida en que concedió derechos de ciudadanía a las mujeres; se prohibió el voto a los miembros de las Fuerzas Militares y la Policía Nacional; se crearon comisiones permanentes en las Cámaras del Congreso y se autorizó la clasificación de los municipios por categorías (según los recursos fiscales, la población y la participación económica), entre otros puntos.

Sin embargo, la oposición conservadora, la división del Partido Liberal, las dificultades económicas que impactaron el país por los acontecimientos desencadenados en la Segunda Guerra Mundial, el intento de golpe de Estado de los antilopistas en 1944 y el delicado estado de salud de su esposa llevaron a la renuncia de López Pumarejo en junio de 1945. Años después, su hijo Alfonzo López Michelsen fue elegido Presidente.