Los colores influyen en nuestros estados emocionales: psicólogos
Según expertos en la Psicología del Color y la Colorterapia, “nuestros estados emocionales no solo están determinados por los acontecimientos externos. Hay multitud de elementos que los afectan de maneras más o menos sutiles. Por ello, si los conocemos, podremos utilizarlos a nuestro favor, como una herramienta para gestionar nuestro estado interno en función de la necesidad de cada momento.
- Los efectos psicológicos que cada tono de la gama cromática tiene en los seres humanos comenzó a estudiarse en el siglo XVIII. Desde entonces diversas disciplinas han investigado su influencia, y se han realizado importantes hallazgos. Los colores que nos rodean tienen un impacto en nosotros, especialmente en los niños.
- Cada tono produce unas sensaciones diferentes en nosotros y nos predispone a experimentar un estado anímico diverso, según el momento, el espacios y actividad.
Verde
El color verde genera un efecto sedante y tranquilizador, disminuye la tensión y crea un entorno sosegado. Por ello es especialmente recomendable para quienes sufren de estrés o ansiedad y necesitan disminuir esa agitación y nerviosismo.
Por otro lado este color también se asocia a la naturaleza y otorga frescura y ligereza a los ambientes.
Naranja
- El naranja es el color del optimismo, potencia nuestra energía combatiendo la fatiga y aumentando nuestra motivación. Si te sientes abrumado, perdido, confuso y desesperanzado rodéate de estos tonos y permite que su energía modifique tu pesimismo.
Amarillo
El amarillo es el color ideal para escritores, publicistas y todas aquellas personas que deseen o necesiten potenciar su creatividad. Este tono potencia la imaginación y la rapidez mental y puede resultar idóneo para ayudarte a recuperar la inspiración.
Rojo
El rojo es el color más fuerte de toda la gama cromática. Suele asociarse a conceptos como el amor, la pasión, la vitalidad o la energía. También puede generarnos sensaciones de inquietud y de prisa, de coraje y valentía. Mejora la autoestima, el estado anímico y beneficia al corazón, los pulmones y los huesos.
- El color Azul produce sensación de tranquilidad. Sugiere responsabilidad y con él inspiramos confianza a los demás. Ayuda a combatir el dolor y a bajar la presión sanguínea.
Gris es el color de la sabiduría. El color del intelecto y del sentido común. Tiende la mano para tu concentración. Significa equilibrio y soluciones de conflictos. Siéntete zen. Muchas oficinas están decoradas de esta manera, y si piensas en montar tu oficina en casa, no fallarás.
Blanco inocencia. Con él inspiras positividad y frescura. Además, ayuda a tratar los trastornos nerviosos. Ideal para acabar un día trepidante. El blanco relaja, da paz. Las habitaciones más tranquilas están pintadas de blanco.
- Si existe algún espacio en el que deseas que una emoción sea constante, puedes optar por pintar las paredes. Por ejemplo, como antes comentábamos, verde para un dormitorio o amarillo para un taller de pintura o un área de juegos para los niños.l
Si no deseas que el impacto sea tan invasivo puedes optar por emplear pequeños elementos decorativos en un tono específico, que otorguen el punto de color sobre un espacio blanco. Puedes utilizar objetos rojos para potenciar la vitalidad y el ánimo sin que resulte tan estridente como si fuese el color de la habitación completa.
Por último, uno de los recursos más valiosos es el de vestirnos en función de aquello que queremos provocar, en nosotros pero también en otros. Nuestra imagen es nuestra carta de presentación, y podemos utilizar los colores para controlar, en cierta medida, la impresión que causamos.
- Por ejemplo, utiliza el color negro si quieres transmitir sobriedad y elegancia. Viste en tonos azules para mostrar confianza y seguridad en ti mismo y contagiar al otro esa sensación de seguridad. Utiliza los colores pastel si deseas dar una imagen más acogedora y dulce y opta por el gris para reflejar orden y equilibrio. En tus manos está elegir el color adecuado para calmar la ansiedad, estrés o depresión que podría causarte el confinamiento prolongado por la pandemia.
Publicado en el Confidencial