Los espías detectados en Colombia podían poner en riesgo la seguridad del país
- Los rusos pagaban elevadas sumas de dinero a cambio de información
Los nombres de los diplomáticos rusos expulsados por el Gobierno colombiano por hacer espionaje en el país, corresponden a Aleksandro Nikolayevich Belousov del Servucio de Inteligencia Rusa y Aleksandro Paristov de Inteligencia Exterior.
- Los señalados espías pagaban elevadas sumas de dinero por información en la capital del país. Belousov llegó a Colombia hace más de tres años y se desempeñaba como funcionario de la embajada rusa. Al verificar, la Cancillería estableció que ejercían labores incompatibles con la diplomacia, según los cánones internacionales, y el Gobierno asumió la decisión de expulsarlos.
Según el Ministerio de Relaciones exteriores: “se ha seguido el procedimiento establecido en el Artículo 9 de dicho instrumento internacional, acción que ha sido respondida recíprocamente por el gobierno de la Federación Rusa, al disponer a su vez el retiro de dos funcionarios diplomáticos colombianos acreditados en Moscú.”
- Otros casos de espionaje han sido registrados en el país en años recientes. El año pasado se descubrió al cubano José Manuel Peña García, cuyo espionaje realizaba monitoreando ilegalmente en la base aérea militar de Paloquemao, en Cundinanarca. De acuerdo con fuentes autorizadas, el espía pertenecería al G2 cubano, una agencia de inteligencia al servicio de la familia Castro. El hombre fue capturado en marzo en La Dorada (Caldas) cerca de unas instalaciones militares. Su función era medir las dimensiones y características de los aviones y del volumen del armamento que llegaba a Paloquemao.
En junio de 2020 fue también expulsado de Colombia el venezolano Gerardo José Rojas Castillo, quien por investigaciones del Ejército Nacional, pertenecía a las fuerzas armadas de su país y estaría adelantando actividades no autorizadas, que podrían afectar la seguridad nacional.