Contra la corrupciónNotas

La demanda de la Flip contra RCN por cancelación del programa de Pirry

 

PRONUNCIAMIENTOS
16.02.2017
Sobre la cancelación del programa de Pirry por parte del Canal RCN

Como es de público conocimiento, el pasado viernes 10 de febrero, Guillermo Prieto La Rotta, ‘Pirry’, anunció a través de un video que su programa de periodismo de investigación “fue cancelado por el Canal RCN”.

Además de las razones expuestas por Pirry, refrendadas públicamente por las directivas del canal, surgió la hipótesis de que el presidente del Senado, Mauricio Lizcano, habría influido en el que canal tomara esta decisión. Lo anterior teniendo en cuenta que hay coincidencia entre una de las investigaciones adelantadas por el equipo de Pirry -que cuestionaba la legalidad de algunas actuaciones del senador- y la decisión de cancelar el relanzamiento del espacio por parte del canal RCN. La Fundación para la Libertad de Prensa – que decidió esperar a que los hechos se decantaran para hacer un análisis de lo sucedido – manifiesta lo siguiente.

1.       La FLIP considera que, si bien las razones expuestas por el Canal RCN hacen parte de su autonomía, vistas en contexto, son insuficientes. La contundencia de la decisión se contradice con la inversión de recursos y el respaldo del canal que fue, de lejos, muy superior al asignado a programas similares que compiten en la misma franja. Por otra parte, los cuestionamientos a la estructura del programa ya habían sido evaluados por el canal en el piloto presentado, y aprobado, meses atrás. Las razones expuestas alcanzarían para reconsiderar algunos aspectos del programa, pero no para su cancelación.

 2.       Si bien no hay pruebas concretas, la FLIP sí documentó indicios sobre la posible influencia del senador Lizcano en la decisión tomada por el canal. Por esta razón, la FLIP presentó una denuncia penal ante la Corte Suprema de Justicia para que investigue si el senador Lizcano incurrió, o no, en el delito de abuso de autoridad con fines de censura. También presentamos una queja disciplinaria para que la Procuraduría indague si hay una falta que amerite sanción. Confiamos, y vigilaremos, que estas entidades adelanten una investigación imparcial que esclarezca si el presidente del Senado tuvo la intención de silenciar una investigación que no le favorecía y denunciaba sus actuaciones. El presidente del Senado ha negado en repetidas ocasiones su participación en la decisión del canal, pero debe ser responsabilidad de las autoridades investigar la veracidad de estas afirmaciones.

 3.       La FLIP celebra que la investigación periodística que denunciaba las actuaciones del Senador Lizcano haya sido publicada en el espacio ofrecido por La W Radio y manifiesta su solidaridad y respaldo a los periodistas del equipo convocado por Pirry para este proyecto. Ponemos a disposición nuestra capacidad institucional para apoyarles y les alentamos para que continúen con su labor de informar a una sociedad que carece de una oferta robusta de periodismo de investigación.

Para la FLIP es claro que la censura también tiene manifestaciones sutiles, derivadas en terceros que aíslan al actor que quiere silenciar y dominada por intereses poderosos que toman precauciones para no ser identificados en su propósito.  En estos casos la reportería periodística no siempre cuenta con las herramientas para esclarecer cómo opera la censura aun cuando se produzca el efecto de silenciar. En su deber de garante de la Libertad de Prensa, la Corte Suprema y la Procuraduría, están llamadas a investigar al Senador Lizcano.

La FLIP reitera su compromiso con la libertad de expresión en Colombia, su deber ante la defensa del derecho a la información y rechaza categóricamente cualquier forma de censura. Los medios de comunicación están en la libertad de prescindir de una producción u otra para organizar su parrilla de programación. Pero el de Pirry no era un proyecto de entretenimiento, era un programa aprobado con suficiente antelación para hacer periodismo de investigación en el país. Con la cancelación del programa pierde la democracia colombiana y la deliberación sobre asuntos de interés público en un formato que además es precario en pluralidad: la televisión abierta.