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Domingo de júbilo Pascual, vía @TecnoglassSA

  • El Papa exalta a Jesus resucitado en su vigilia Pascual
  • Por Karel
La Pascua es la fiesta de la Resurrección de Jesús y sobre este evento cristiano el Papa Francisco le dice al mundo:
“Dios quita las piedras más duras, contra las que se estrellan las esperanzas y las expectativas: la muerte, el pecado, el miedo, la mundanidad, la historia humana no termina ante una piedra sepulcral, porque hoy descubre la «piedra viva que es “Jesús resucitado”.
El Pontífice pide además que nos preguntemos, cuál es la piedra que tenemos que remover en nosotros.
Francisco explica que, a menudo, la esperanza se ve obstaculizada por “la piedra de la desconfianza”: “Cuando se afianza la idea de que todo va mal y de que, en el peor de los casos, no termina nunca, llegamos a creer con resignación que la muerte es más fuerte que la vida y nos convertimos en personas cínicas y burlonas, portadoras de un nocivo desaliento”
Es de júbilo para todos los cristianos este día de la Resurrección de Jesu’s, y el Papa se refiere a ello enfatizando en la vigilia pascual que : ” no es el Dios de los muertos, sino de los vivos. Y que no debemos enterrar la esperanza, asegurando que cada uno de nosotros “está llamado a descubrir en el que está Vivo, a aquél que remueve las piedras más pesadas del corazón, porque es Él quien viene para hacerlo”
Junto a la piedra de la desconfianza, enfatiza el Papa, “está la piedra del pecado que sella el corazón”: “El pecado seduce, promete cosas fáciles e inmediatas, bienestar y éxito, pero luego deja dentro soledad y muerte”. “Además, el pecado es buscar la vida entre los muertos, el sentido de la vida en las cosas que pasan, refiriéndose a las mujeres que fueron al sepulcro de Jesús y se quedaron asombradas ante la piedra removida, Francisco explica, que al igual que a ellas, también a nosotros muchas veces nos sucede lo mismo y “preferimos permanecer encogidos en nuestros límites,encerrados en nuestros miedos”. “Y esto lo hacemos, porque es más fácil quedarnos solos en las habitaciones oscuras del corazón que abrirnos al Señor”.

Ante esto, afirma el Santo Padre, “el Señor nos llama a alzarnos, a levantarnos de nuevo con su Palabra, a mirar hacia arriba y a creer que estamos hechos para el Cielo, no para la tierra”.

Francisco también nos exorta a mirar la vida como Dios la mira: “En el pecado, él ve hijos que hay que elevar de nuevo; en la muerte, hermanos para resucitar; en la desolación, corazones para consolar”.

Por otro lado, nos invita a mirar “a Jesús resucitado” porque su mirada “nos infunde esperanza” y nos dice “que siempre somos amados y que, a pesar de todos los desastres que podemos hacer, su amor no cambia”. Además, el Papa ha señalado que podemos cumplir la Pascua con Él, es decir, el paso: “de la cerrazón a la comunión, de la desolación al consuelo, del miedo a la confianza”.

Si no tenemos un amor vivo con el Señor, se corre el riesgo de tener “una fe de museo, no la fe de pascua” ha puntualizado el Papa. Y en ese sentido, ha explicado que Jesús “no es un personaje del pasado” sino “una persona que vive hoy” y que “no se le conoce en los libros de historia” sino que “se le encuentra en la vida”.

“A veces nos dirigimos siempre y únicamente hacia nuestros problemas, que nunca faltan, y acudimos al Señor solo para que nos ayude” ha dicho el Papa concluyendo su homilía y ha puntualizado que “entonces no es Jesús el que nos orienta sino nuestras necesidades”. Ante esto, Francisco asegura que la Pascua nos enseña que el creyente está llamado a caminar al encuentro del que Vive y a darle un lugar central en la vida y pide dejar que el Resucitado nos transforme, pues – finaliza – cuantas veces luego de habernos encontrado con el Señor, “volvemos entre los muertos, vagando dentro de nosotros mismos para desenterrar arrepentimientos, remordimientos, heridas e insatisfacciones”.

(Fin)

Arte arquitectónico y espíritu religioso, unidos